Brooks Ghost MAX. La zapatilla más amortiguada para asfalto de Brooks

Posiblemente, la llegada de esta Brooks Ghost MAX a muchos les pilló con el ‘pie cambiado’. Reconozco que recibí la noticia de muy buen grado, ya que en mi opinión, era necesario un modelo así en el catálogo de Brooks. 

En el apartado de montaña, hace años que la marca americana mantiene la Caldera, el modelo más voluminoso en cuanto a amortiguación, por lo que resultaba en cierto modo incomprensible que -vista la tendencia actual-, Brooks no incluyese una zapatilla de este tipo para entrenamiento en asfalto.

¿Por qué ha sido acertada la llegada de la Ghost MAX?

La Ghost MAX creo que puede -y va a- tener una buena aceptación. Hay corredores que los 12mm. de drop de la Ghost 15 les puede parecer excesivo, por lo que únicamente les queda la Glycerin 20 de drop 10. Eso si hablamos de zapatillas neutras, pero claro, a un precio bastante más elevado. 

Todo esto, suponiendo que el cliente en cuestión tenga preferencia por modelos de gama media, o media-alta que es donde se posiciona la Ghost 15.

¿Qué sucede? Que posiblemente algunos seguirían viendo ese drop de entre 10 y 12 milímetros algo elevado, y una amortiguación que podría parecer justa (no tanto en la Glycerin 20).

Por tanto, esta Ghost Max, baja drásticamente el drop hasta los 6mm, y se pone en circulación a un precio de 160€. Es decir, más cercano a la Ghost 15 (150€) que a la Glycerin 20 (180€). Es por eso, entre otras cosas, por lo que tengo mucha fe en el éxito de este modelo.

Brooks Ghost MAX
Aquí puedes comparar la Brooks Ghost MAX con la Ghost 15 Green Silence

A pesar de todo, líneas clásicas

La Ghost Max presenta una línea moderna y atractiva, a mi modo de ver. Quizá algo clásica. Muy del ‘estilo Brooks’ en alguno de sus modelos, donde siempre han empleado buenos materiales y lucen una cuidada ejecución en todos los procesos, pero sin lanzar las campanas al vuelo. O por lo menos, a nivel estético, algo que precisamente en la franquicia Ghost, ha sido la norma.

Los perfiles generosos ya no nos asustan. Ni siquiera ubicándolos en Brooks, donde la Caldera 6 rompió esquemas dentro de la marca en su momento, pero que hoy tenemos perfectamente interiorizados o naturalizados, si lo prefieres.

Mismo compuesto de mediasuela, diferente geometría

El musculado perfil de la Ghost Max, se confía a su compuesto DNA Loft V2, el mismo que el de la Ghost “normal”. La cuestión es que en la zona de metatarsos, la altura prácticamente llega a duplicarse, y en la zona de talón, gana nada menos que 1 centímetro. Este incremento en las medidas, repercuten de forma directa en el tacto, siendo nuestra invitada de hoy, mucho más suave y con el recorrido más generoso nunca visto en una zapatilla de asfalto de Brooks. 

En resumen; tenemos una altura de 33mm. en la zona delantera, y 39 en la trasera. Por si esto no era suficiente, y ya en el plano interno, la plantilla también ve aumentado su grosor, resultando en un peso de 29 gramos. Es por eso, que nada más calzarla y ponernos en pie, apreciamos -de primeras- el alcance y predisposición de la amortiguación.

Un aspecto importante y diferencial entre la Ghost MAX y la Ghost 15, es la geometría de esta mediasuela, en la que se ha puesto especial atención para que todo ese bloque no sea un lastre.  Para ello, había que reformular las medidas, como los ángulos de entrada y salida, para ofrecer una zapatilla con un mínimo de agilidad y dinamismo. 

La voluminosa mediasuela de la Brooks Ghost MAX

Para que la amortiguación “no se coma” la dinámica, se ha optado por retrasar el ángulo de salida. Es decir, la curva de la puntera empieza antes, de modo que el despegue se produzca de manera más inmediata. 

No es que sea un lanzamiento o levantamiento de la punta agresivo, pero sí más que suficiente para el planteamiento de este modelo, que recordemos, no es otro que el de una zapatilla de entrenamiento.

En cuanto a la parte trasera, se ha buscado lo mismo, pero a la inversa. Por tanto: se ha adelantado la zona de aterrizaje. El bisel que toma contacto con el suelo (si se tiende a entrar de talón) es mayor y se posiciona más cercano el eje central del calcáneo.

Por tanto, esta Ghost MAX ofrece un efecto ‘balancín’ (GlideRoll Rocker, según Brooks) más pronunciado, lo que ayuda durante el proceso de impacto (compresión de la amortiguación), hasta el impulso (recuperación de esa amortiguación). 

Si no se le hubiese dado esta geometría curvada (insisto en que no es demasiado agresiva), o de haber mantenido la misma que en la Ghost 15, estaríamos ante una zapatilla mucho más tranquila, e incluso, diría que perezosa.

Brooks Ghost MAX
‘Macro’ detalles de la Brooks Ghost MAX

A todo esto, cojo al vuelo 2 ideas que me vienen a la mente; ¿qué sería de esta Ghost MAX con el compuesto DNA Loft V3 de la Glycerin 20? Y hablando de Glycerin, ¿veremos una Glycerin MAX? Ojo ahí, con la imaginación. Pero sigamos, sigamos…

Lo importante, es que toda esta amortiguación y suavidad, no canibaliza una característica que siempre he valorado en la Ghost; la estabilidad. Como nunca ha sido una zapatilla ‘blandengue’, y su chasis ha tenido entidad relevante, ha presumido siempre de esa estabilidad tan apreciable. De hecho, Brooks ha decidido aumentar la dureza de la medisuela de la MAX, pasando de los 53 grados Hc de la Ghost 15, a los 55 Hc, de esta MAX, que como he comentado, en ningún momento penaliza, gracias a ese exponencial aumento en los perfiles.

Afortunadamente, esta Ghost MAX, para no renunciar a esa característica, ha visto crecer las medidas de su base, haciéndola más recta (tipo ‘lladrillo’). Y es que no solo es 5mm. más ancha en la zona de metatarsos, sino que en la zona media -ahí está el meollo-, crece nada menos que ¡16mm.!.

La zona trasera también crece, pero atención a este detalle: lo hace en anchura total. Es decir; volumen, ya que si nos referimos a la zona de contacto ÚTIL, o de material en contacto con el suelo, pierde casi 2mm. Por tanto, en esa zona trasera, la espuma DNA Loft V2, queda en cierto modo ‘colgando’. Pero que este detalle no suscite ningún tipo de preocupación, ya que como digo, los 2 tercios delanteros, tienen mayor superficie y zona de rozamiento.

Una suela que acompaña con coherencia

La suela va de la mano con la mediasuela, que te acabo de describir. Para ello, y especialmente en la zona delantera, desde el mismo arco, ya tenemos una amplia zona de caucho que se prolonga hasta la punta, para dar estabilidad y tracción.  Es cierto que los tacos se muestran más discretos que en la Ghost 15. No tienen nada que ver, pero al correr notamos plenamente la sensación de apoyo.

A pesar de que el caucho presenta numerosas ranuras, no llega al nivel de la Ghost 15, y sumado al grosor de la mediasula, está claro que no tenemos ni de lejos la misma flexibilidad, un aspecto que no debería preocuparte, ya que queda compensado con el diseño tipo balancín que te he comentado anteriormente. 

Por otro lado, me parece una característica interesante para proteger a la articulación metatarsofalángica.

Ya en el tercio trasero, el caucho en la zona de talón queda dividido en zona izquierda y derecha, prácticamente simétricas. Recordemos que en la Ghost 15 si hay un diseño específico para la zona interna y externa. En este caso, un ahuecado esculpido en la mediasuela, separa estas 2 partes, en las que de nuevo, el taco no llega a sumar la superficie total de contacto que sí vemos en la Ghost 15.

En lo que se refiere a desgaste durante la duración de la prueba, no he visto diferencias entre esta Ghost MAX y la Ghost 15. Aunque por el propio diseño, entiendo que la vida de la MAX va a ser más corta que la de una Ghost 15, donde la altura del taco, va repercutir directamente en un mayor número de kilómetros.

Brooks Ghost MAX
Diseño de la suela de la Brooks Ghost MAX, con mucha superficie de caucho y tacos bajos y achatados

Una cubierta en la línea habitual que no decepciona

El upper de la zapatilla, tiene el diseño inequívoco que hemos visto en Brooks, sin duda en este 2023, e incluso en modelos de temporadas pasadas. De hecho, tiene un aspecto muy próximo a la Glycerin 20, igual de lujoso, y con el mismo efecto de ventilación. La caja de dedos, presenta un gran número de aberturas longitudinales (en el sentido de la marcha), que facilita la abundante entrada de aire (ver la infografía con los detalles ‘macro’). Es perceptible desde la primera zancada y en días calurosos, lo he agradecido.

El tejido no es elástico, pero como siempre digo, el fit de Brooks es extraordinario, por lo menos para mi pie. Queda perfecto, sin arrugas, casi como dibujado sobre la piel, acompañando mis movimientos, sin causar exceso de arrugas y con una sujeción 100% confortable y eficaz.

La cordonera tiene una configuración de 6 ojales más el adicional, que no he visto necesario utilizar. Los cordones tienen buen tacto y un punto elástico, aunque les cuesta correr entre los ojales. En ese sentido, la Glycerin 20 y la Ghost 15 funcionan mejor.

La cubierta ofrece el aspecto y acabados de las gamas altas de Brooks

Eso sí, el primer cruce de los cordones (el más cercano a la caja de dedos) es demasiado amplio, hay demasiado espacio entre ojal izquierdo y derecho. Un detalle que de hecho, comparte con la Glycerin 20 y que no me acabó de gustar, ya que obliga a tensar demasiado los cordones en ese punto, por lo que puede causar arrugas. En mi caso, opté por dejarlo ‘sueltecillo’, y empezar a ajustar en serio, a partir del segundo cruce.

Tampoco es mala cosa, ya que en esta Ghost MAX tenemos espacio delantero para los dedos, al presentar un diseño algo más redondeado que los dos modelos citados anteriormente.

En lo que se refiere a los acolchados, nada que criticar en cuanto a grosor o densidad. La lengüeta es muy confortable, y únicamente le daría un poco más de longitud, ya que da cobertura al nudo de la lazada, por los pelos.

El collar no llega a tener el grosor de la Ghost 15 (una maravilla), pero me parece más que suficiente.

Es curioso que Brooks se resiste a sujetar la lengüeta a los laterales, como sí están haciendo la mayoría de marcas, especialmente, en modelos de esta gama. Bien es cierto, que las Books que he probado, incluido modelos de competición, no tienen ningún tipo de problema de desplazamiento lateral de la lengüeta.

Para ello, aprovechan la cinta longitudinal en la misma lengüeta donde se indica el modelo, para hacer pasar el cordón por dentro para que ésta quede en su sitio. Asunto resuelto.

Conclusiones y valoración final

Afortunadamente, con esta Ghost Max, podemos conseguir una velocidad de crucero muy regular, gracias a esa geometría GlideRoll Rocker. En ritmos de entre 4’40 y 5’20 el kilómetro, me he encontrado totalmente a gusto y he disfrutado de lo lindo en mis tiradas largas. 

En ningún momento el exceso en la compresión de la amortiguación me ha penalizado para lograr ritmos más rápidos. Tampoco ha penalizado en confort, ya que el voluminoso bloque de DNA Loft V2 no se recalienta en absoluto. Y es que a pesar de que el enfoque de la zapatilla, a mi modo de ver es para rodajes fáciles y cómodos, ofrece un puntito de chispa que si se la sabes encontrar, y gracias al peso contenido del conjunto, permite cubrir el kilómetro en tiempos más que decentes.                                       Pero sin duda, en ritmos cercanos o alrededor de 5 minutos el kilómetro y si tienes un peso medio, es donde mejor desempeño va a tener esta Ghost MAX.

La sensación de apoyo es notable, primero por la anchura de todo el bloque de suela y mediasuela, y por el taco amplio y achatado, y segundo porque la cubierta consigue mantenernos el pie en su sitio, sin penalizar el espacio en la zona delantera, donde los dedos gozan del espacio adecuado. 

Gracias a que la plantilla tiene un moldeado muy pronunciado, especialmente en la zona trasera, es capaz de acoger el pie en el calcáneo y zona de arco, algo a lo que las altas paredes de la amortiguación, resuelve con autoridad. Es por eso que en giros, notamos buena precisión en la trazada en la zona trasera, algo que notarán especialmente los que entran de talón, y que por tanto, estén más tiempo apoyados en esa zona. No obstante, si tienes una buena técnica de pisada también vas a percibirlo, y esos giros, verás cómo se producen con una más que aceptable precisión, a pesar de la altura de esta Ghost Max. Por eso, además notamos una amplitud de recorrido extraordinaria en los metatarsos si pisas de medio o antepié.

Si utilizas plantillas personalizadas, no deberías tener ningún problema para encajarla, ya que la de origen tiene un notable grosor. Por tanto, al extraerla e introducir la tuya, el techo en la zona delantera no debería presionarte.

Sin duda, es la Brooks que más me ha gustado en mucho tiempo. Quizá porque a pesar de que he probado modelos potentes y rápidos, es una marca con la que he simpatizado especialmente gracias a sus modelos de entreno, y esta reformulación en cuanto a medidas y geometría de la Ghost MAX, me ha parecido acertadísima. Además, de que su funcionamiento es intachable.

Por tanto, pasa a ser mi Brooks preferida para rodajes sin preocupación de ritmos, pero abundantes en kilómetros.

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Brooks Ghost MAX en combinación ‘Red Orange/Surf The Web’

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