Brooks Glycerin 20. Review, características y opinión. Recuerdo hace ya unos años, tener en el zapatero una Ghost 10 y una Glycerin 15. Y no, no son recuerdos en blanco y negro…hará algo más de un lustro de eso. Dos modelos que compré pensando en esos rodajes largos que ansiaba hacer. En realidad, venía de una Brooks Launch 4, que siempre me maravilló en todo.
Pero es cierto, que tras descubrir las Ghost y Glycerin, siempre quedó el poso de aquel recuerdo, de aquella primera sensación al meter el pie ‘ahí dentro’, y decir: “bua, aquí me quedo”.
A pesar de que la marca ofrecía estos 2 modelos para necesidades y públicos diferentes, me encontraba a gusto con ellas. El ‘fit’ o ajuste era sensacional, el peso me parecía realmente interesante y las salidas se sucedían con facilidad. Incluso las distancias que me prometí, llegaron al punto y para quedarse.
Recuerdo incluso, utilizar esas Ghost 10 para buena parte de las 24h. de atletismo en pista de aquél año. Buena paliza se llevaron sobre el tartán de Can Dragó, en Barcelona.
Por aquel entonces sonaba el Untouchable de Eminen y en los cines se estrenaba Los Pitufos: La Aldea escondida. Poca broma.
Pero volvamos a lo esencial. A pesar de que la Glycerin presentaba mejores acolchados y una amortiguación más potente, acababa por sentirme mejor con las Ghost 10. Notaba en parte, que con mi peso (unos 62kgs.), era incapaz de “activar” la amortiguación, por lo que la Ghost 10, en ese sentido, ofrecía mayor predisposición.
Como digo, de eso hace ya unos cuantos añitos…. Afortunadamente para nosotros, como usuarios, la cosa ha cambiado, y la Glycerin 20, ahora resulta una propuesta realmente interesante para el corredor o corredora ligerito, que no le importa (e incluso quiere) optar al escalón superior en la oferta del catálogo. Es como el que va a un restaurante, y pide lo que le apetece, sin mirar la columna derecha de la carta.
Conservadora en su diseño
La Brooks Glycerin 20 muestra un diseño en el que el riesgo no es su mayor virtud. Huye de enormes perfiles y formas futuristas. Por tanto, el corredor que busca discreción en la estética y un diseño -en cierto modo-, también algo más discreto, lo obtendrá en esta Glycerin 20.
Evidentemente, bajo una estética algo tradicional, encontramos los mejores materiales de la marca, con una excelsa amortiguación, una cubierta o upper perfectamente elaborado, además de unos acolchados mullidos que anulan las ganas de sacar el pie de ahí dentro.
Con los mejores materiales
La Glycerin 20, como máximo exponente del catálogo, ya no solo de amortiguación, sino de la propia jerarquía en lo que a materiales se refiere, ofrece lo mejor de Brooks. Eso sí, siempre que prioricemos la comodidad por delante de la performance, de las prestaciones y los ritmos escrutados bajo lupa y cronómetro. Para eso ya hay otros modelos.
Para potenciar la sensación de confort, Brooks ha escogido para la mediasuela de la Glycerin 20, el DNA Loft V3. Un compuesto reservado para los modelos de máxima amortiguación, tanto de asfalto, como de montaña (como la Caldera 6 y sus enormes perfiles).
En Brooks alardean de su sistema con nitrógeno infusionado, pero más allá de fórmulas químicas, al cliente no le interesa el ‘cómo’, sino el ‘qué’. Y esto último responde a lo que te va a hacer sentir. Me refiero, a que sobre este compuesto, recae la responsabilidad de que actualmente, no me suceda lo de antaño, y ahora sí, con mi peso, la Glycerin 20 pueda ser una buena opción para los rodajes largos, de recuperación, o simplemente de los que se producen cuando quieres salir a correr, por el simple hecho de correr.
El recorrido que ofrece la amortiguación es agradable de principio a fin, a lo que contribuye en la primera puesta, el tacto de la plantilla Ortholite, de nada menos que 5’5 mm. de grosor y 34 gramos de peso.
Al introducir el pie, esta plantilla es perceptible de forma inmediata, y no solo por su grosor sino por el suave acabado, que facilita la “instalación” en el interior de la zapatilla, con un aspecto visual muy elegante tipo velours, que eleva la percepción de calidad de la zapatilla.
Al tocar la mediasuela con la mano (cuando la ‘chafamos’ o hundimos el dedo en ella) notamos cierta firmeza, pero en dinámico la cosa cambia, y como digo, a pesar de no ser el modelo que más recorrido ofrece del mercado, si que lo notamos en toda su extensión. Por tanto, bien para talonadores y para quien pise de forma más adelantada.
Una de las cosas que más me gustan de la Glycerin 20, es la sensación de precisión que ofrece. A pesar de no ser una zapatilla rápida, o de competición, como evidentemente sucede con otros modelos del catálogo, si que se nota de forma apreciable la sensibilidad que ofrece a la hora de trazar o girar. La moderada altura en los perfiles, y un tacto de la amortiguación en absoluto chicloso, permite giros precisos, aún ejerciendo apoyos con nuestro cuerpo, y cambiando por tanto el centro de gravedad. Esta amortiguación más densa y de perfiles contenidos, evita flaneos o deformaciones cuando a la zapatilla se le exige. Cosa que se agrava si el peso del corredor es elevado, pero en este caso, no da lugar.
Así pues, ‘obedece’ de forma rápida y efectiva ante esos cambios. Siempre entendiendo que es una zapatilla de entreno, no para hacer series a galope tendido. Es uno de los aspectos que más me ha gustado de esta zapatilla.
Si utilizas plantillas personalizadas, con estas Glycerin 20 no deberías tener problema, pues las que trae de origen, son ciertamente amplias en la zona de arco, que es donde suelen tener problemas los usuarios que necesitan instalar sus propias plantillas, y que no siempre resulta fácil que la zapatilla tenga capacidad de acogerlas.
En cuanto a medidas y perfiles, de nuevo, encontramos medidas nada “extrañas” y un perfil contenido. En la infografía a pie de párrafo, puedes comparar la Glycerin 20 con su competencia más directa, tanto por enfoque en el mercado, como por precio, evidentemente.
Suela con amplia base de rozamiento
En este modelo, el caucho de la suela ofrece mucha zona de contacto. Únicamente un surco central dibujando la teórica fase de transición, y una parte del arco plantar -exterior- se quedan sin cubrir. El resto de la mediasuela, queda arropada por el caucho que acaba sumando 2mm. más al perfil.
La zona delantera, no presenta un granulado prominente, por lo que en 100kms. si pisas de antepié, los tacos delanteros van a quedarse lisos, pero va a quedar en parte compensada, por la amplia zona que ocupa el caucho. Pero tranquilo, tranquila, que lo que se “borra” es ese leve granulado y seguimos teniendo una resistente capa de suela.
La pieza que vemos en el talón (parte trasera externa) si que se muestra un diseño más marcado, pensando en el público que va a tomar contacto con el suelo sobre esa zona.
Unos vaciados longitudinales, y unas discretas ranuras transversales van a facilitar la flexibilidad. No es una zapatilla rígida, en absoluto, de ahí que no siendo la más ligera de su categoría, presente mayor agilidad de lo que podríamos entender, viendo tan solo las cifras que arroja la báscula.
En definitiva, una suela con un diseño funcional, que se desenvuelve bien en asfalto y tierra, y sufre algo más en pavimento, si está húmedo. Personalmente prefiero el diseño de la Brooks Ghost 15 en su parte delantera. Si nos referimos al tercio trasero, me quedo con el de esta Glycerin 20.
Cubierta de extraordinario confort
Si hay un aspecto en el que las Brooks siempre me han gustado, es el de la cubierta o upper. Desde que descubrí la marca, es aquí donde siempre encontraba el punto diferencial. Era introducir el pie, y notar un confort extraordinario. Me refiero en cuanto a medidas y la sensación de estar arropado sin agobios. Además, estéticamente notaba la zapatilla casi ‘dibujada’ sobre mi pie; sin la menor arruga y con un fit casi hecho a medida. Me alegra ver que a medida que se han ido sucediendo las versiones, este aspecto continúa intacto.
El tejido en engineered ‘air-mesh’ efectivamente, deja circular alegremente el aire, sin oponer la más mínima resistencia en la caja de dedos. Para la lengüeta se aprovecha el mismo tejido, aunque curiosamente, ésta no va sujeta a los laterales, como cabría esperar en una zapatilla de esta categoría/precio.
Bien es cierto, que no se mueve hacia los laterales, ya que el cuarto cruce de los cordones, atraviesa la presilla central, en la que se especifica el modelo. Por tanto, este aspecto queda solucionado, pero a pesar de ello, por la sensación de confort al sentir el pie más acogido (y recogido), prefiero en la mayoría de modelos esas sujeciones de lengüeta. Más aún en modelos que no se notan calurosos y este aspecto podría ser contraproducente.
Los acolchados son mullidos y de considerable grosor. Me gusta el punto que se le ha encontrado a la lengüeta, pero en el collar me hubiese gustado encontrar una mayor densidad en la espuma, como por ejemplo vemos en la Saucony Triumph 21.
La configuración de la cordonera es de 6 ojales (agrupados en pletinas de 2 en 2) más el adicional, que en mi caso, no necesito utilizar, pero llegados el caso, el cordón da sin problemas para que ese ojal pueda ser utilizado. Si no es así, no sobra una cantidad desorbitante o incómoda de cordón.
El primer cruce (el más cercano a la caja de dedos) queda muy separado, y si tensas demasiado, te causará arrugas. En este sentido, prefiero dejar algo más ‘libres’ los dos primeros cruces, e ir incrementando la tensión a medida que me acerco al final. Así me funciona la cosa, sin mayores problemas.
El contrafuerte, como es norma en la gama Glycerin tiene gran relevancia, pero ni siquiera notamos que está ahí, lo que evidencia que su funcionamiento es impecable, a pesar de que los acolchados en ese punto, son algo blandos, como comenté más arriba. Que esto no te preocupe lo más mínimo, ya que funcionalmente no vas a tener problema de movimientos laterales no verticales de la zapatilla.
Estéticamente, la Glycerin 20 presenta quizá un exceso de decoración. No me desagrada, ojo. Es más, al color que ves en las fotos, le sienta realmente bien, pero si en la tabla comparativa ves los dos modelos que la acompañan (Saucony Triumph 21 y Asics Gel-Nimbus 25), verás que optan por aspectos más libres de impresiones coloridas en 3D. Y es que cada vez se busca más la simplicidad, especialmente en los modelos de gama alta, donde normalmente impera el principio de “menos es más”, persiguiendo así, ese toque más premium. Pero insisto, me parece visualmente bonita, y acertada en colores.
De nuevo, y comparándola con sus competidoras, me hubiese gustado encontrar un tirador trasero para facilitar el acto de calzarlas. Es un elemento que apenas añade peso, y cada marca busca la solución oportuna para integrarlo en sus modelos. Cuando te acostumbras (en mi caso porque utilizo modelos de montaña, que casi siempre lo incorporan), lo encuentras a faltar. Pero vaya, que esto es una opinión puramente subjetiva.
Conclusión
Si no te gustan los tactos chiclosos y los enormes perfiles que presentan alguno de los modelos actuales, esta Brooks Glycerin 20 se desmarca en ese sentido, con una silueta mucho más convencional, que podría contentarte.
Los acabados que vas a encontrar, están alineados con los 180€ que tendrás que desembolsar si quieres verlas en tus pies, la más económica en su categoría.
Un modelo -ahora sí- recomendable para corredores incluso ligeros que quieren lo mejor en términos de comodidad. Para los usuarios más corpulentos, ofrece amortiguación sin excesos pero convincente, y un confort extraordinario donde en días calurosos la ventilación es totalmente satisfactoria. Con esta Brooks Glycerin 20 no hará falta buscar esa auto-excusa para alargar un poquito más la salida. Las sensaciones se encargarán de facilitarlas.
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