1. Porque Lisboa merece la pena, con o sin maratón.
2. Por su salida en Cascais.
3. Por el amanecer junto a las aguas del Atlántico.
4. Por su recorrido lineal y
5. Por saber que tus acompañantes te están esperando tomando café y pasteles de Belén.
6. Porque al acabar tú podrás comerte esos pasteles.
7. Por el adoquín de la ciudad, casi testimonial en el maratón y precioso para las fotos con tu medalla de finisher.
8. Porque Lisboa está a un paso desde cualquier ciudad de España.
9. Porque ya vale de correr los maratones de siempre.
10. Por su fantástica organización, siempre atenta con los participantes.
11. Porque es un maratón eminentemente plano.
12. Y casi siempre con el viento a favor.
13. Porque si no quieres correr la distancia larga tienes la opción del medio maratón.
14. Y si también es demasiado, hay una carrera de 8 kilómetros.
15. Por ese bacalhau à brás que no podrás parar de pedir para cenar.
16. Y por esos vinos fáciles, frescos y ricos a los que tendrás que decir que no la noche de antes de la carrera.
17. Por el fado.
18. Y los tranvías.
19. Y la Plaza del Comercio.
20. Ay, la Plaza del Comercio. Allí es donde llegarás a meta y sonreirás por el esfuerzo realizado.
21. Por las cuestas de Lisboa que no pasarás durante la carrera pero las sufrirás cuando quieras hacer turismo.
22. Por el Barrio Alto.
23. Por los manteles a cuadros de los restaurantes de toda la vida.
24. Por los ánimos de todos los que estarán en los costados del recorrido.
25. Y por el Puente 25 de abril, que no animará pero te asombrará con su tamaño y color.
26. Sí, es el largo y rojo.
27. Porque llegará el kilómetro 27 y no te arrepentirás de haber dicho “sí, quiero” al Maratón de Lisboa.
28. Por las tabernas y el rumor de la ciudad.
29. Y las librerías, todas distintas, todas únicas.
30. Por el compañerismo y el buen ambiente de los maratones del sur de Europa.
31. Porque entenderás perfectamente los ánimos de los aficionados.
32. Por el muro, que llega a todos, también a los que piensan 42 motivos para correr una carrera.
33. Un muro que todos somos capaces de atravesar.
34. Por la Torre de Belén, que atravesarás en el kilómetro 34.
35.Por el resurgir de los últimos kilómetros, cuando te acerques al corazón de Lisboa.
36. Por la mágica luz de la ciudad y su maratón.
37. Por la dedicación y los sacrificios que exige una aventura como esta.
38. Por las manos chocadas en los últimos kilómetros, con la sensación de haber cumplido el objetivo.
39. Por los últimos momentos de sufrimiento y la fortaleza mental para superarlos.
40. Porque nadie te parará cuando queden dos kilómetros.
41. Porque la meta ya está ahí.
42. Porque el maratón y tú os debéis un baile en Lisboa.
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