Si los estiramientos son uno de los grandes olvidados para los corredores, trabajar la movilidad para correr mejor lo es todavía más. El trabajo de movilidad debería ser una parte mas de nuestro entrenamiento. Recordemos que correr no es solo correr. Debemos trabajar todo nuestro cuerpo para correr de forma más eficiente y mejorar.
En una entrevista a este medio, Laura Luengo contó que el trabajo de movilidad fue clave en su preparación para correr el Medio Maratón Valencia, donde consiguió el récord de España.
Los corredores a menudo se quejan de tener caderas, cuádriceps, isquiotibiales y tobillos tensos. Esas áreas problemáticas suelen ser la causa frecuente de lesiones. Para contrarrestar esto, añadimos estiramientos y entrenamiento de fuerza a nuestras rutinas, pero muchos de nosotros todavía acabamos con molestias persistentes. Si esto te resulta familiar, es probable que te falte un elemento clave en tu plan de entrenamiento: el trabajo de movilidad.
La movilidad a menudo se confunde con la flexibilidad, pero hay algunas diferencias clave. Primero, veamos las definiciones:
Movilidad: el movimiento activo de una articulación a través de su rango completo de movimiento sin restricciones, dolor o ayuda de una fuente externa (otra persona, una correa, etc.). En otras palabras, es simplemente la capacidad de moverse bien.
Flexibilidad: el rango de movimiento pasivo disponible para ti cuando estiras temporalmente un músculo utilizando una fuerza externa como una correa, la ayuda de otra persona o la gravedad.
Al observar esas definiciones, la diferencia clave entre ambas es que la movilidad es activa y la flexibilidad es pasiva. Puedes ser flexible (puedes tocar tus dedos de los pies o incluso hacer la rueda) pero eso no garantiza que también seas móvil. Esto se debe a que la flexibilidad es solo una parte de la movilidad. Para ser móvil, también necesitas fuerza y coordinación.
¿Por qué es importante la movilidad?
La movilidad es importante si quieres mantenerte saludable y correr bien, porque afecta cómo corres. Si tus músculos y articulaciones no pueden moverse a través de todo el rango de movimiento necesario con cada zancada, no serás tan eficiente. Esto hará que no correrás tan rápido y tu riesgo de lesiones aumentará significativamente. Para correr bien, necesitas tener buena movilidad en tus pies y tobillos, rodillas, caderas y columna vertebral.
Jason Fitzgerald, entrenador de running certificado y autor del libro «101 Simple Ways to be a Better Runner», explica en strengthrunning.com que muchos corredores carecen de movilidad no debido a su carrera, sino debido a otros factores del estilo de vida. Por ejemplo, si pasas la mayor parte del día sentado en un escritorio, es probable que tengas cuádriceps y flexores de cadera tensos, y glúteos e hipopresivos inactivos. También tendemos a perder movilidad a medida que envejecemos, por lo que los corredores mayores son más propensos a tener un rango de movimiento más limitado en sus principales articulaciones.
