Quizás te preguntes: ¿qué zapatilla he de escoger si quiero iniciarme en el trail running?
En este artículo te propongo una guía rápida para escoger tu próxima zapatilla de trail running.
No te abrumes si ves que la oferta actual es enorme. Teniendo claro el objetivo o actividad a desarrollar y definido el uso que va a tener la zapatilla, es muy posible que tengamos un alto grado de acierto en nuestra elección.
Y digo alto grado, y no total, porque una zapatilla confirmará el acierto -o no- de su elección, con el uso. Siempre insisto en darle un “margen” razonable de dos salidas.
Es en dinámico (en marcha, o corriendo) donde veremos si al igual que en una pareja, conseguimos entendernos. En una tienda, tan sólo con probarlas,(o calzarlas, mejor dicho), podremos ver las diferentes sensaciones que nos proporcionan los modelos que estemos considerando, pero poco más. Y ojo, que no es poco.
Aunque podemos llegar a la conclusión de que si en estático tenemos buenas sensaciones, en dinámico no debería ser muy diferente, esto no es del todo cierto. Por eso hago hincapié en darles un par de salidas de margen. Hemos de tener una adaptación. Nosotros al comportamiento de la zapatilla, y la zapatilla a nuestro pie.
Veamos una forma sencilla de segmentar las zapatillas en 4 puntos, para ver hacia dónde hemos de dirigir nuestra atención.
NECESIDAD: correr en terreno con barro
Si nuestra zona de entrenamiento es húmeda y llueve de forma más o menos habitual o persistente, y por tanto, tenemos un terreno blando y tiende a estar descompuesto, hemos de fijarnos en un modelo que tenga un taco alto, de 5 mm. (mínimo) hacia arriba.
Este taco, deberá estar espaciado, para evitar que la suela se colapse, creando la temida sensación de “zueco”, esto es: llevar una gruesa capa de barro pegada a la suela.
Normalmente, las suelas actuales llevan un grabado rugoso o texturado en toda la superficie o base para impedir que el espeso elemento se quede adherido.
En cuanto al upper, o cubierta de la zapatilla, tenemos 2 opciones:
1- Si las temperaturas tienden a ser bajas, podemos escoger un modelo con membrana Gore-Tex (impermeable), pero has de asumir, que cuando el termómetro empiece a subir, la zapatilla no ofrecerá la transpiración de una zapatilla sin membrana.
Es por tanto, una opción si ya tienes otra zapatilla, pero no la recomiendo como modelo único.
2- Si piensas salir aunque llueva, pero la temperatura no es especialmente fría, te recomiendo que la zapatilla tenga puntos de drenaje. Sabrás identificarlos porque en los flancos laterales, o cerca de la puntera, verás unos orificios (Altra y Topo son dos marcas que prestan especial atención a esta característica), que dejarán escapar el agua. Es un detalle que varias marcas están implementando en alguno de sus modelos, como la Scarpa Spin Planet. De este modo, evitaremos correr con el molesto “chof-chof”.
Este tipo de zapatillas no tienen un taco especialmente blando (adherente), ya que lo que interesa que se se clave de la forma más eficaz en el barro, y que aguante la abrasión que causa el barro.
Es sorprendente ver como llega a sufrir el compuesto de la suela sobre barro.
En este sentido, modelos como La Sportiva Mutant o Salomon SpeedCross, pueden servirte.
NECESIDAD: correr por senderos agrícolas o pistas forestales
Si de forma habitual corres sobre asfalto en ciudad y quieres iniciarte en el trail running, o sencillamente, a la que ves la ocasión te gusta escaparte al monte, o correr por los senderos a las afueras de tu localidad (normalmente senderos rurales, pistas de baja montaña y poco desnivel) necesitas una zapatilla tipo “híbrida”, es decir, que puedas utilizar en asfalto, para salir desde tu casa, y llegar al monte (lo que se conoce como “door to trail”).
Otra posibilidad es que busques tu primera zapatilla de montaña, de modo que este concepto puede también ser una buena opción.
En general, para este terreno, tampoco es necesario que la zapatilla tenga profusión de elementos destinados a proteger, especialmente en la cubierta, como sucede con modelos destinados a “skyrunning” y terrenos escarpados o técnicos.
Por lo tanto, has de fijarte que la suela tenga un taco bajo, 3’5mm. o menos, y que éste sea ancho (te dará más sensación de estabilidad, por el aplomo, y menos flaneo -por deformación- lateral).
Hay modelos que llevan una protección insertada entre la suela y la mediasuela (lo que vendría a ser, dentro la “amortiguación”), es lo que se suele denominar rockplate o placa anti-rocas. Es un elemento que te aísla de las irregularidades del terreno. Ahí depende en parte de tu presupuesto, ya que este tipo de zapatillas, suelen superar los 130€ de PVPR.
En cualquier caso, si vas a correr de forma ocasional por esos caminos, y son de tierra compactada y muy pisada, no sería algo en lo que tengas que poner especial atención. Pero quería que supieses que existe esta posibilidad.
Sea como fuere, si vienes del asfalto, deberías decantarte por modelos amortiguados, y flexibles, más cercanos a la filosofía “asfaltera”.
Si le vas cogiendo el gustillo al monte, tiempo tendrás de tener una zapatilla más específica e incluso técnica.
Los modelos “door to trail” son relativamente ligeros y amortiguados. Puedes encontrar modelos más sencillos y económicos (Asics Trabuco Terra), y de mayor gama y amortiguación (Hoka Challenger 7).
NECESIDAD: correr por terreno pedregoso y escarpado
Si tu zona de entreno discurre por terrenos muy pedregosos e irregulares, y probablemente, con desnivel, necesitas una zapatilla de corte técnico.
En este caso, tendríamos un taco medio, alrededor de los 4mm. En este caso, buscaríamos una mayor agresividad en el diseño. Sería interesante y muy recomendable modelos con la protección anti-rocas de la que te he hablado antes.
Aquí sí, tendremos en cuenta que la zapatilla tenga una buena protección en la puntera (sea cosida, sea termoencolada, dependerá del precio).
Este tipo de zapatillas suele tener una horma más estrecha, para proporcionar precisión en zonas complicadas y agilidad al pasar entre rocas. Suelen ser bastante estrechas y con unos perfiles no demasiado altos, para que podamos tener sensibilidad, saber dónde estamos colocando exactamente el pie.
En cuanto a la suela, los modelos de mayor precio (por encima de los 140€) pueden llegar a montar la popular y laureada VIBRAM. Una suela con mucha adherencia y elevada durabilidad.
Modelos como Merrell MTL SkyFire 2, o La Sportiva Kaptiva serían dos ejemplos.
NECESIDAD: correr largo, correr cómodo
Para larga distancia, sin más pretensiones (a priori) que disfrutar de la salida, dure lo que dure, tendremos en cuenta estas premisas:
–Suela polivalente. Si, lo sé. Esto puede sonar muy genérico. De hecho, es el Santo Grial de las marcas, encontrar una suela que funcione bien en todo. Y lamento decirte que esto no es tan fácil.
Pero no pasa nada, hay solución para casi todo. En este caso, necesitamos una suela que no sea muy agresiva. Ya te he explicado más arriba cómo funciona la identificación de la altura del taco y cómo escoger esa altura en función de la actividad.
Los modelos de ultradistancia, al estar pensados para actividades largas, donde pisamos variedad de terrenos, funcionan más o menos bien en varias superficies sin destacar especialmente en ninguna (de lo contrario, penalizará en otro…), por tanto estas zapatillas, pueden ser la solución en este sentido.
–Amortiguación generosa. Coincidiendo con el punto anterior, una zapatilla para ultra trail, va a estar más amortiguada que cualquier otro modelo del catálogo. Hoy, todas las marcas tienen su buque insignia en el segmento de la de ultra distancia. Estos modelos se posicionan por encima de los 150€.
–Horma ancha: para estar horas disfrutando de nuestra actividad, necesitamos el confort que nos da una horma amplia, especialmente en la caja de dedos.
Los modelos de ultratrail ya tienen en cuenta este aspecto, pero si todavía precisas más anchura, modelos como Altra y Topo, te proporcionarán ese extra de amplitud.
–Caja talonar contundente: soy partidario de elegir un modelo que proporcione sujeción en la zona calcáneo. A causa del agotamiento y las horas de actividad, la pisada se va haciendo más imprecisa. Un buen chasis, será determinante, y una caja talonar estructurada, es un aspecto fundamental para conseguir un conjunto fiable.
–Acolchados generosos: la zona de collar (la espuma que nos “rodea” el pie) ha de ser mullida, así como la lengüeta (más acolchada, nos aislará de la presión de los cordones), y también transpirables. Cada marca se las ingenia para conseguir ese compromiso. Materiales perforados y ligeros, para dar esa sensación de estar entre algodones, sin agobios.
Modelos como Cascadia 16, New Balance Hierro v7, o Hoka Speedgoat 5 serían 3 ejemplos.
Grosso modo, con esta matriz deberías poder escoger fácilmente tu próxima zapatilla, sea porque te inicies en el trail running, o porque amplíes el rango de la actividad.
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