
La tendinitis de Aquiles en el running es una lesión común. Está causada por la inflamación del tendón de Aquiles, el más grande del cuerpo, que conecta los músculos de la pantorrilla con el talón. Esta lesión surge cuando el tendón sufre estrés repetitivo debido al impacto del running. Especialmente en terrenos duros o al aumentar la intensidad del entrenamiento de forma repentina. Aprender a identificar esta lesión y prevenirla es clave para los corredores que buscan evitar largas pausas en su entrenamiento.
¿Qué Causa la Tendinitis de Aquiles?
- Incremento brusco en el entrenamiento: Aumentar rápidamente la distancia o la intensidad sin permitir una adaptación gradual puede causar microdesgarros en el tendón.
- Superficies duras: Correr en asfalto u otras superficies duras aumenta el impacto en los tendones y articulaciones, generando mayor riesgo de inflamación.
- Calzado inadecuado: Las zapatillas de running que carecen de amortiguación o están desgastadas no brindan suficiente soporte, aumentando el esfuerzo en el tendón de Aquiles.
- Falta de fuerza o flexibilidad en la pantorrilla: Los músculos de la pantorrilla ayudan a estabilizar el tendón de Aquiles; si están débiles o rígidos, el tendón asume una mayor carga, incrementando el riesgo de sobrecarga.
Síntomas de la Tendinitis de Aquiles
El síntoma principal de esta lesión es un dolor en la parte posterior del talón o a lo largo del tendón de Aquiles. El dolor puede aparecer al inicio de la actividad, aliviarse ligeramente con el calentamiento y volver a intensificarse después de correr. También es común experimentar rigidez en el área, especialmente al levantarse por la mañana, y una leve hinchazón en la parte posterior del talón.
Cómo Prevenirla
- Fortalecimiento de la pantorrilla: Ejercicios como elevaciones de talones ayudan a mejorar la resistencia y flexibilidad en el área, lo que reduce el esfuerzo sobre el tendón de Aquiles.
- Estiramientos regulares: Estirar los músculos de la pantorrilla antes y después de correr disminuye la tensión acumulada en el tendón.
- Uso de calzado adecuado: Asegurarse de usar zapatillas con buen soporte y amortiguación para absorber el impacto al correr.
- Progresión gradual en el entrenamiento: Aumentar la intensidad y distancia de manera progresiva permite que el tendón de Aquiles se adapte sin riesgo de sobrecarga.
La tendinitis de Aquiles en el running es una lesión que puede ser debilitante si no se trata adecuadamente. Con una rutina de fortalecimiento y estiramientos, el uso de calzado apropiado y un plan de entrenamiento equilibrado, los corredores pueden prevenir esta lesión y disfrutar de una práctica de running prolongada y sin dolor.