Saucony Triumph RFG, la más sostenible de la casa

-Dos cucharadas de algodón. Pero oye, orgánico, no vayamos a liarla -¿Un poco de maíz por ahí? -Si, pero al 55%, como el cacao -¡Oido. Marchando! -Dale ahí una pizca de caucho natural -Oye, y con plantilla, ¿qué hacemos?  -Bio, también. Mete un poco más de Bio -¿En serio? -En serio, dale sin miedo

Y así, es como fantaseaba con la forma de llevar a cabo los preparativos, el punto de cocción y posterior ensamblaje de esta Saucony Triumph enfundada bajo la gabardina de la sostenibilidad, el cuidado por el medioambiente, y el movimiento eco-friendly.  

No es cuestión de descolgarse de esa corriente a estas alturas, cuando todo “quisqui” está enfrascado en aquello relacionado con lo “Bio”, sostenibilidad, y economía circular. 

Y de ahí sale el invento que hoy nos ocupa, que no es otro que al que la marca ha tenido a bien denominar Triumph RFG (Run for Good), sin venir acompañado de número alguno.

Conviene recordar, para entender el acrónimo RFG, que el lema de Saucony se basa en que “un buen día es cuando salimos a correr… pero un gran día, es cuando inspiramos a alguien a que lo haga”.  Pues eso…Run For Good, oiga.

Saucony Triumph RFG

¿Cuánto tiene de Triumph 21?

Pregunta lógica e incluso previsible. Y la verdad es que poco. Es más, si tuviese que posicionarla, diría que tiene más de la Triumph 20 que de la actual 21. Tampoco es que esté yo aquí descubriendo el Arca de la Alianza. Al final, la suela y mediasuela de estas 2 últimas iteraciones, es la misma. 

Por tanto, a causa de la construcción inherente del upper de esta versión RFG a base de algodón y tintes menos “agresivos” por utilizar un término entendible, esta eco-Triumph tiene un upper que podríamos situar a medio camino. Por lo menos en cuanto a diseño.

No tiene la cordonera de la 21, aunque tampoco la de la 20, a pesar de que el tirador que sale de la zona media (en V invertida), nos recuerda poderosamente a aquella versión 20.

Tirador de «V» invertida que recuerda a la anterior Triumph 20

En sí, el tacto del tejido, se nota más tosco, con la “pelusilla” habitual en prendas y artículos fabricados en algodón. Bien es cierto que el upper de la Triumph 21 está trabajado de forma impecable y magistral, en un tejido elástico y con diferentes tramas allá donde necesitemos sujeción o mayor ventilación. Si quieres conocer más detalles de esta Triumph 21, dale un vistazo al análisis que publiqué aquí.

Otro detalle diferencial lo encontramos en el collar, que tampoco tiene nada que ver con la versión 21, ya no solo por tejido empleado, que sí nos puede llevar a confundirlas, sino por el mullido (menos firme en la RFG) y porque el forro está construido en 3 piezas, en lugar del acabado más limpio y simple de la 21.   En la foto puedes ver el detalle de las costuras causantes de esas 3 piezas.

Saucony Triumph RFG
Detalle del mullido y costuras del collar de la Saucony Triumph RFG

El contrafuerte tiene la misma contundencia, pero se muestra más eficiente en cuanto a sujeción en la versión 21, gracias al mullido más denso antes comentado.

Lamentablemente, esta versión Eco, pierde el reflectante trasero, e implementa un tirador para ayudar a calzar la zapatilla, que me deja más bien tibio;  a pesar de estar más integrado en la zapatilla, y con mejor aspecto, está tan pegado al talón, que has de querer tirar de él en serio, de no ser así, no lo pone fácil.

Tirador trasero elástico de la Saucony Triumph RFG

En general, noto algo más calurosa esta versión RFG, con un punto de tejido más tupido, a lo que añadimos la sujeción de la lengüeta, con unos tirantes laterales para que ésta permanezca en su sitio mucho (muchísimo) más gruesos que la que encontramos en la Triumph 21, que cumplen la misma función, y ni siquiera acusamos que están ahí, si no fuese porque la lengüeta permanece e-xac-ta-men-te en su sitio. Honestamente, creo que no eran necesarios esos tirantes sujetadores tan gruesos.

En el resto de la cubierta, vemos una evidente ausencia de termoplástico, y toda tarea decorativa se confía a rusos cordones bordados que dan forma al emblema lateral, ojales y abertura desde donde sale la «V» invertida que da sujeción lateral. En definitiva, un acabado que se integra a la perfección en el conjunto, dando como producto final una estética muy homogénea y coherente (especialmente, coherente).

Saucony Triumph RFG
Algodón y tintes de origen vegetal en la cubierta de la Saucony Triumph RFG

¿Y qué hay de la amortiguación?

Si tengo que escoger entre Triumph 21 y RFG (y reconozco sin rubor que esto son preferencias personales), me quedo con el tacto de la 21, mucho más agradable por sensibilidad y profundidad.

La RFG parece que quiere, pero no puede. Me da la sensación de que “se acaba” antes. Pero ten en cuenta que esto es así porque he utilizado los dos modelos de forma intercalada. Si calzas la RFG de primeras, vas a quedar encantado/a.

Después de disfrutar la espuma PWRRUN+ en varios modelos, siempre me ha dejado un poso de excelentes sensaciones por su agradable y efectivo tacto. La variante PWRRUN+BIO, tiene ciertas alteraciones, donde la más relevante es el uso del maíz en una proporción del 55%.  Sea bueno o no, está claro que el resultado es diferente. ¿Peor? No. Diferente.

Y otro pequeño detalle: en la Triumph 21 veíamos un toque de color en la mediasuela de pintura difuminada (ver infografía a pie de página), y en la RFG por cuestiones obvias, se ha eliminado ese proceso con ese acabado, dejándola pues, más en crudo, sin tratamiento aparente.

El drop 10 y su generosa altura, hace que esta Triumph sea un modelo aconsejable para el corredor que prefiere confort a prestaciones, pero con ansias de kilómetros a su ritmo. Y eso, la RFG te lo sirve en bandeja, y a doble ración.

Es curioso como cambia el sonido del impacto contra el suelo de un modelo a otro. Esta RFG, emite un ligero chillido más de compresión que de extensión. Mientras que la 21, se muestra mucho más silenciosa.

Aquí también interviene el caucho de la suela, que a pesar de tener idéntica estructura que en la 21 (¡y 20!), se sirve de cauchos “orgánicos o naturales”. Curiosamente, pisé una acera (hormigón) mojada, y esperaba el cruel resbalón en 3, 2, 1, que no se llegó a producir.

En prácticamente la misma cantidad de kilómetros, no he notado ninguna ventaja o desventaja (según se mire) comparándola con la versión “normal”. El desgaste se ha ido produciendo de forma muy similar.

La estructura de la suela no ha cambiado, desde la Triumph 20. En este caso no es de XT900

Otro detalle curioso, es que las plantillas, a pesar de utilizar materiales diferentes pesan lo mismo, pero (y aquí vino mi sorpresa), aprecio mejor tacto en la plantilla de la RFG. Es decir, las percibo con un punto de mayor suavidad.

Los cordones también han cambiado, y aunque en su momento dije que los que se han utilizado en la Triumph 21 son suaves en extremo, e incluso algo “babosos” me gustan más que los de la RFG, que igual y acertadamente siguen siendo planos. Pero insisto, en que esto es una preferencia personal, ya que no es este un tema criticable. No tienen mal tacto, corren bien entre los ojales de sección rectangular y el nudo queda bien fijado.

Plantilla interior de la Saucony Triumph RFG y su lema «run for good»

Conclusión

Si hay algo que en cierto modo me preocupa, es ver qué tal funcionarán si llegados el momento, corremos bajo la lluvia, ya que el upper orgánico de esta Triumph RFG está claro que va a coger más peso, y doy por hecho que va a tardar más en secarse.

Con los días calurosos que hemos padecido, como he comentado más arriba, el upper de la 21 colabora a una mejor y mayor ventilación, mientras que la RFG se ve claramente superada en días de calor.

También es verdad, que aunque mantiene el precio de 190€, el peso, a causa de esos materiales orgánicos o más “naturales” (vamos a decirlo así), penalizan en la báscula en unos 30 gramos, haciendo números redondos.  Por tanto, mientras que la Triumph 21 ofrece gran amortiguación con un peso realmente interesante, esta RFG muestra unas cifras más normalitas o discretas.

En mi opinión, es un producto aconsejable para aquel usuario o usuaria que busca colores más neutros, lejos de combinaciones más llamativas. y en algunos casos estridentes.  Esta RFG permite ser utilizada incluso como zapatilla urbana o “lifestyle”, para quien tenga permitido un tipo de indumentaria más informal en su trabajo. Y en ese sentido, la RFG no va a tener rival en comodidad y ahí sí, tampoco en peso. Es una versatilidad que la RFG va a poner en valor, y vamos a sentir que por tanto, el dispendio al adquirirlas resultará rentable.

Para finalizar, y situándola en un marco más romántico o idealista, esa utilización de productos y procesos más sostenibles, va a hacer que nuestra maltrecha conciencia se sienta en paz, si es que queremos tener la sensación de colaborar aunque sea en pequeños gestos como comprar unas zapatillas, para hacer un mundo un poco mejor.

Puedes darle un vistazo a la Saucony Triumph RFG aquí.

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