A la hora de correr existe un gran olvidado entre los corredores. Hablamos de los estiramientos. Ya sea por falta de tiempo, pereza o por desconocimiento. Y sobre ellos, siempre aparece la duda de cuándo hacerlos. ¿Antes? ¿Después?
No se puede negar que los músculos tensos son el peor enemigo de un corredor. Cuando un músculo está acordado y tenso, es mucho más débil que cuando está extendido. Esto hace que un músculo tenso sea más propenso a sufrir tensiones o lesiones que pueden dejar incluso al atleta más experimentado en el banquillo. No es raro que tus músculos se sobrecarguen y se acorten en ciertos momentos del día o en respuesta a una carrera larga. Por eso el estiramiento es muy importante para tu rendimiento en carrera y en general.
El gran debate siempre es saber si debes estirar antes, después o ambos al salir a correr. Muchos corredores han aceptado la idea de que no debes correr con músculos «fríos» y que estirarse es la mejor manera de preparar tu cuerpo para golpear el pavimento. Pero, ¿qué dice la ciencia?
La investigación detrás de los estiramientos
Desafortunadamente, lo que la investigación está comenzando a mostrar es que no solo esa práctica (estirar antes) puede ser inútil para ayudarte en tu carrera, sino que también puede ser perjudicial. Muchos corredores no consideran salir a correr antes de estirar sus piernas y brazos, pero muchos fisioterapeutas insisten en que en realidad no hace ninguna diferencia en el rendimiento de un corredor.
Lo que muchos corredores no entienden es que el estiramiento no siempre es una práctica inofensiva. Cuando realizas estiramientos, puedes pensar que es una buena sensación. Pero lo que está haciendo es desgarrar las fibras musculares. Las fibras del tejido se están desgarrando, haciendo que los músculos se alarguen y sean más flexibles.
Lo que los expertos están descubriendo es que el estiramiento estático, o encontrar un estiramiento y mantenerlo, es mucho menos productivo para un corredor que hacer una serie de ejercicios de calentamiento y de amplitud de movimiento. Puede ser más prudente hacer cosas como saltar en el lugar o saltar para calentar los músculos que usas para correr. En general, el estiramiento es algo que debe decidirse a nivel individual. Si un atleta siente que su rigidez puede obstaculizar su rendimiento, entonces debería hacer lo que se sienta cómodo para aflojar las cosas.
Cuándo el estiramiento puede ser beneficioso
Cuando los corredores tienen problemas de movilidad, como lesiones graves o crónicas como problemas lumbares, aflojar las caderas puede ayudar a prevenir lesiones y mantenerte en el camino. Pero si no te sientes rígido o no tienes la necesidad de aflojar las cosas, estirarse por estirarse probablemente no sea una buena idea ni valga la pena el tiempo.
Por lo tanto, los únicos corredores que se benefician del estiramiento antes de correr son aquellos que sienten la necesidad debido a la rigidez o tienen condiciones crónicas o lesiones que tensan y predisponen a la lesión. El corredor promedio, sin embargo, no necesita preocuparse por estirarse antes de correr, simplemente no hay evidencia científica que lo respalde.
¿Deberías estirar después de correr?
Cuando se trata de hacer estiramientos después de correr, lo mismo es cierto. Una vez que has terminado tu carrera, es probable que tus músculos ya estén alargados y calentados. A menos que sientas una área específica que esté tensa o un punto desencadenante que creas que necesita atención, el estiramiento no tiene mucho sentido. Si sientes rigidez en los isquiotibiales, bandas iliotibiales, flexores de cadera o pantorrillas, entonces puedes beneficiarte del estiramiento. Pero no es necesariamente una cura para todo.
¿Estirar o no estirar?
La conclusión es que la idea de que cada corredor debe estirarse tanto antes como después de correr simplemente no está justificada. Y, en algunos casos, el estiramiento puede hacerte daño. La mejor manera de saber si el estiramiento es algo de lo que puedes beneficiarte es escuchando a tu cuerpo. Si sientes un músculo tenso y un poco de estiramiento ayuda a aliviarlo, entonces, por todos los medios, estira.
Recuerda que el estiramiento debe ser, como mínimo, ligeramente incómodo. Si sientes dolor, nunca es una buena idea. Si escuchas lo que tu cuerpo te dice en lugar de lo que los corredores debaten en círculos científicos, sabrás qué es lo correcto para ti y qué te ayudará en lugar de perjudicar.
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