Las bebidas más conocidas entre todo deportista son aquellas que tienen como objetivo principal reponer el líquido perdido con mayor rapidez que el agua.
Estas contienen electrolitos y hidratos de carbono. Los electrolitos añadidos son básicamente sodio y potasio y los azúcares normalmente son glucosa, sacarosa, fructosa y polímeros de glucosa (maltodextrinas).
La concentración de hidratos de carbono suele ser de un 6%. Estas bebidas pueden ser hipotónicas o isotónicas.
Un aumento de la concentración de hidratos de carbono en estas bebidas hace que pasen a ser llamadas bebidas energéticas. Los hidratos de carbono son aportados sobre todo en forma de polímeros de glucosa (maltodextrinas) y su objetivo principal tal como su nombre indica es proporcionar básicamente energía, aunque por supuesto también aportan líquido.
Las marcas listas para beber son por lo general isotónicas.
Recordemos que una bebida hipotónica es aquella que contiene menos de 4 g de azúcar por 100 ml, la bebida isotónicacontiene entre 4 y 8 g de azúcar por 100 ml, mientras que la bebida hipertónicaes más concentrada y normalmente contiene más de 8 g de azúcares por 100 ml.
¿Y el resto de bebidas?
Hasta aquí, todo está más o menos claro, pero ¿qué pasa con el resto de bebidas? ¿Son igualmente válidas para reponer líquidos los refrescos, los zumos de fruta, las bebidas hipocalóricas, las bebidas con gas o las bebidas que contienen cafeína?
Los refrescos corrientes contienen por lo general entre 9 y 20 g de hidratos de carbono por 100 ml y los zumos de fruta entre 11 y 13 g de hidratos de carbono por 100 ml, por lo tanto están demasiado concentrados para usarse como simples reemplazadores de líquido durante el ejercicio, ya que enlentecen el vaciamiento gástrico.
Sería una bebida apta para rehidratar y aportar energía un zumo diluido con agua a partes iguales.
Las bebidas hipocalóricas, que normalmente son refrescos sin azúcar,contienen edulcorantes artificiales en lugar de hidratos de carbono y tienen una concentración muy baja de sodio; por tanto, no tienen valor como donadores de energía durante el ejercicio, si bien ayudan a reemplazar el líquido aproximadamente a la misma velocidad que el agua.
Sólo hay que optar por este tipo de bebidas en las mismas circunstancias en las que se elegiría sólo agua, es decir, durante un ejercicio de intensidad de baja a moderada y que dure menos de 1 hora.
El que la bebida sea con gas, no afecta a su capacidad de hidratación, pero hay que tener en cuenta la cantidad de bicarbonato y sodio, y que puede provocar molestias gástricas y sensación de llenado por lo que pueden hacer que se beba menos de lo necesario.
Bebidas con cafeína
Por último, las bebidas con cafeína, por el hecho de contener esta sustancia estimulante podrían mejorar el rendimiento en pruebas deresistencia y velocidad.
La cafeína también mejora la receptividad y eleva el ánimo, y aunque no está claro del todo claro su mecanismo exacto de funcionamiento.
Se cree que mejora la oxidación de los ácidos grasos y ahorra glucógeno durante el ejercicio, efecto más que deseado por muchos deportistas.
A pesar de eso hay que ser cauto con las cantidades, ya que la evidencia reciente sugiere que si se consume en dosis relativamente pequeñas, menos de 180 mg al día, no tiene porqué aumentar la producción de orina diaria ni causar deshidratación, pero sí podría hacerlo en dosis más elevadas.
Lo que sí que está confirmado es que no deben utilizar bebidas con cafeína las personas sensibles a sus efectos adversos ya que provoca taquicardia y ansiedad.
En conclusión, la elección de una u otra bebida será un reto importante a tener en cuenta, y deberemos fijarnos en cuál es nuestro objetivo principal, sin olvidar que, beber agua con electrolitos y hidratos de carbono puede tener un efecto ergogénico y ayudar a mejorar nuestro rendimiento durante un ejercicio intenso y/o prolongado frente al agua sola.
Un artículo de Núria Serra.
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