No voy a andarme con rodeos: la Brooks Hyperion Elite V4, es la mejor zapatilla de su saga.
A partir de aquí, ¿merece la pena seguir leyendo? Yo te recomiendo que te quedes, porque voy a desgranar por partes esta cuarta edición de la saga Hyperion Elite. Además, te he preparado una infografía, para que puedas compararla con los últimos modelos que he probado en el segmento de las super zapatillas con placa de carbono y que a día de hoy, compiten por captar la atención de los clientes ávidos de conseguir el producto de altas prestaciones que más alto les pueda llevar, para ir rascando esos segundos, que en según qué tiempos y ritmos se muevan, llegan a convertirse en utopía, cuando no en obsesión, por lo que cualquier ayuda tecnológica, dentro de las medidas legales, es bienvenida.
Lo que es evidente, es que el segmento de las gamas altas emplacadas está que echa humo, y cada vez más, los usuarios disfrutamos de una oferta más amplia para escoger, al estar prácticamente todas las marcas representadas. Por lo que si tienes algún tipo de preferencia, seguro que esa marca de cabecera ya te ofrece como mínimo un producto con placa, sea de nylon, carbono o ambas.
En este sentido, si tienes algún tipo de preferencia por Brooks, esta Hyperion Elite V4 ofrece varias características singulares, que le dan un carácter propio muy marcado, tanto sobre el papel, así como cuando nos metemos en faena con la intención de emplearnos a fondo. Porque ten claro (y entiendo que ya es así, puesto que estás leyendo esto), que son modelos de altas prestaciones. Hablamos de zapatillas diseñadas y concebidas para sacar lo mejor del atleta.
De hecho, esta Brooks Hyperion Elite V4 forma parte de ese segmento denominado ‘race day’. O lo que es lo mismo: zapatillas casi exclusivas para el día de la carrera.
En este punto, te diré que no me muestro tan tajante, ya que si bien es cierto que este tipo de zapatillas son adictivas en cuanto a las sensaciones que son capaces de transmitir, tampoco sería lo indicado que formasen parte de nuestro habitual o cabecera, aunque pienso que tampoco es cuestión de dejarlas solo para la carrera.
En mi opinión, beneficiarse de todo lo que aportan estos modelos, es saludable (desde luego de forma inconsciente) a nivel anímico. Es decir, calzarlas de vez en cuando para esos días en los que nos notamos con chispa, que percibimos que se dan las condiciones idóneas para exprimirlas, me parece una muy buena opción. Es una forma de tener ese extra de motivación externa para aprovechar esas buenas vibraciones, asociadas a este tipo de productos. Si se encuentra el equilibrio, pienso que es gratificante.
Derroche tecnológico y de diseño en el upper
Este tipo de zapatillas, en las que las marcas ‘meten’ toda su artillería, sin dejar nada en la recámara, plasmando de forma tangible las fantasías que nacen en las mesas de diseño y complejos programas de diseño en 3D, con el solo hecho de analizar la cubierta, se te vienen encima una avalancha de avances que resulta incluso abrumador, pues hay tal cantidad y complejidad de procesos, que siendo sinceros, no resulta -del todo- extraño los precios que alcanzan algunos de estos modelos. Pero no me malinterpretes ni me juzgues, y sigue leyendo, por favor.
El trabajo que hay detrás de estos productos, es ingente. De ahí que algunos modelos lleven 2 y hasta 3 años de desarrollo.
En este caso, el entrelazado del tejido, mirándolo con la ayuda de una lupa, deja ver una cobertura de tipo plástico en la hilatura, que aporta un ligero punto de elasticidad, y también de protección. Realmente, creo que han decidido priorizar más lo segundo que lo primero. Y es que hay zonas en las que cuando calzamos la zapatilla se ve el calcetín con total claridad.
Esto sucede especialmente en la zona media de la caja de dedos. Cuanto más se acerca a la protección interna de la puntera, más se cierra el punto. Sin embargo, en los flancos laterales, toma un matiz medio, y de nuevo, en la zona trasera, entre el último ojal y el maleolo vuelven a crecer los espacios libres. (foto 2).
La zapatilla muestra un interesante refuerzo en el flanco, son 10mm. de termoencolado semi-transparente, desde la costura de unión trasera (y que el tirador trasero se encarga de tapar), hasta el inicio de la protección de la puntera que transcurre por el interior de la zapatilla.
Por tanto, y entendiendo que la zapatilla, como es habitual en este segmento de modelos con placa no tiene la flexión de un modelo de entrenamiento, la durabilidad en ese punto crítico debería quedar totalmente garantizada.
En la caja talonar tenemos una pieza que rodea toda la zona trasera interna del pie en microfibra, con una espuma moldeada insertada, que de hecho, se deja ver desde en el exterior, en una especie de media luna sonriente, en la base del collar (foto 2). Esta espuma está reducida al mínimo, pero su posición es tan acertada, que el pie no bascula en absoluto, por lo que en mi caso, no ha sido necesario utilizar el ojal adicional.
En esta zona trasera, la microfibra sobresale a partir de esos ojales adicionales creciendo progresivamente hasta tomar una altura de 20mm. en el Aquiles, siendo asistida por el tirador trasero, del mismo material.
En este punto, me hubiese gustado que ese tirador tuviera por lo menos, 5mm. más de altura. Primero para que sea más utilizable y funcional, y segundo, para que no arrugue esa pieza que pasa por su interior, ya que con el paso de los kilómetros, acaba teniendo un aspecto envejecido respecto al resto de la zapatilla, que luce perfecta (puedes apreciarlo en la foto 2).
No quiero dejar pasar por alto, que el collar en la cara interna de la zapatilla, sube unos 5mm. más, para ofrecer algo más de sujeción gracias a esa asimetría.
La cordonera tiene una configuración de 5 ojales más el adicional, que como he apuntado antes, no ha sido necesario utilizar. Quizá me lo plantearía para que no quedase la lazada tan larga, pero no me compensa, ya que aumento la presión en la base del tibial de forma innecesaria.
Me gustan especialmente los cordones, muy similares a los de la Asics Metaspeed Sky Paris, pero en este caso, tienen más cuerpo (y son algo más rígidos) por lo que el nudo en este caso es más fiable.
La lengüeta es una pequeña obra de arte, con un entramado similar al del resto de la cubierta. La parte visible o que sobresale por encima del nudo y que se encarga de cerrar esta lengüeta tiene predominio de microfibra, y los cordones entre en tercer y cuarto cruce se introducen a través de un pasador central, para evitar que se desplace, cosa imposible por otro lado, sencillamente porque va sujeta mediante un pespunte de nuevo entre el tercer y cuarto ojal. Por lo que va a permanecer inamovible, sí o sí.
La plantilla interior, es finita, no está perforada (mal), y va encolada. En este sentido, queda a la par con la Saucony Endorphin PRO 4, aunque ésta última, con un grosor mucho mayor.
Estructura moderada en la cubierta
Como sucede en este tipo de zapatillas, cualquier elemento se evalúa al gramo. La menor concesión al confort en cuanto a acolchados, y de estructura para la sujeción, va a penalizar sobre la báscula. El equilibrio entre ligereza, sujeción y confort, es de auténtico funambulista.
En este caso, la Brooks Hyperion Elite V4, prescinde de cualquier estructura interna a modo de exoesqueleto, y es el mismo entramado más cerrado del tejido, el que va a soportar esa carga, junto con la fina capa de TPU que conforma el logo en los laterales.
El contrafuerte tiene una presencia moderada, me parece correcto, muy en la línea con el de sus 2 rivales, es decir, ligero y maleable. Lo que cabe esperar en una zapatilla de competición.
Amortiguación eficaz, aunque más firme que su competencia
La mediasuela de esta Brooks Hyperion Elite V4, está formada por 2 piezas encajadas entre ellas, que a su vez, envuelven la placa de carbono.
Vamos por partes. La pieza que está más en contacto con el suelo, tiene un mayor protagonismo en el talón y una forma interna muy cóncava, para que pueda encajar la pieza superior, que es la predominante en la zona delantera (de color naranja, en en caso de mi unidad y que puedes ver en todas las fotos de este análisis).
La marca alega que la dureza en ambas piezas es de 42 grados Hc, aunque en marcha, parece que tenga algún gradillo de más.
En medio de ambos, y por tanto, más cerca del suelo que del pie, se encuentra la placa de carbono SpeedVault Race+. Una placa completa y muy perforada, como puedes ver en la foto al pie de párrafo.
En este sentido, y comparándola con sus rivales, es un modelo realmente estable, a pesar de que la anchura de base es menor que en la Asics y Saucony, siendo en general, mucho menos voluminosa (foto 5).
Por otro lado, es la que menos exigente me parece en cuanto al comportamiento de la placa. Bien es cierto, que la posición es totalmente opuesta a la que adopta la Asics, por ejemplo, que está mucho más cerca del pie que en esta Brooks. Pero a pesar de ello, el compuesto DNA Flash V2 tiene un tacto de amortiguación más firme que sus 2 competidoras a las que estoy haciendo referencia en este artículo.
Con esto no quiero decir que sea un punto negativo. Simplemente, tenlo en cuenta si tus preferencias van en una dirección u otra, ya que si buscas un tacto especialmente suave en la zona de metatarsos, quizá no sea la elección más acertada.
En la parte de talón, y gracias al diseño tipo acordeón (especialmente en la cara externa), si que ofrece una compresión algo más dócil (foto 1).
Sensaciones
La Brooks Hyperion Elite V4, teniendo el fit más ajustado, comparado con la Asics Metaspeed Sky Paris y Saucony Endorphin PRO 4, presenta un carácter muy racing, con un tacto algo más firme que el de su competencia, y con unas medidas más radicales, sin tanto flare (la suela no ‘asoma’ por los laterales), y también más cercana al suelo. Es decir, es una zapatilla menos voluminosa.
De las 3 zapatillas de este artículo, la Brooks Hyperion Elite V4 es la que ofrece más sensación de mimetización con el pie. Además, al estar tan ventilada, no agobia en ningún momento, aunque haya altas temperaturas,
La sujeción es buena, sea en lateral o vertical. No hay ningún aspecto criticable en ese sentido.
Con el paso de los kilómetros me he ido encontrando muy bien compenetrado con este modelo. Hay algunos con los que conectas en el minuto 1 y otros con los que tardas algo más. También los hay, que complican mucho el trámite, pero no es el caso de esta Hyperion.
Y esa sensación va referida en parte a la amortiguación, no a la primera puesta, que me parece extraordinaria. De hecho, es algo común en Brooks. Cuando calzo un modelo por primera vez, lo siento como familiar. Es una sensación muy agradable.
Por supuesto, y como sucede con este tipo de modelos, ni que decir tiene que es aconsejable para corredores/as ligeros y con pretensiones de volar raso. Una zapatilla eso sí, que siendo la menos extrema, no ‘desentona’ en un uso algo más diario que el resto de sus competidoras.
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