El secreto al fin ha sido desvelado. Llevábamos tiempo esperando un nuevo movimiento por parte de Nnormal, la marca de Kilian Jornet en asociación con Camper. Un movimiento, en forma de nueva zapatilla, evidentemente, aunque no será hasta mediados de 2024 cuando podamos calzar la Nnormal Kboix.
Kboix, ese es el nombre de la nueva zapatilla que ocupará su propio espacio en el catálogo de Nnormal. Me parece interesante el concepto de este modelo y las ambiciones de la marca. Y es que -parece- no han dudado en afirmar con tono decidido (que no pretencioso) querer cambiar las ‘normas del juego’ dentro del sector del trail running.
Es por eso, que esta zapatilla adopta un interesante enfoque en forma de producto innovador e inconformista. En este caso, de la manera en que esta Nnormal Kboix presenta su propuesta de valor, propicia (e incluso obliga) que definitivamente el usuario se posicione en el centro, de modo que sea él quien decida en cada momento cómo hacer servir y de qué manera esta Kboix.
La verdadera propuesta de valor de la Nnormal Kboix
Fieles a su identidad, desde Nnormal pretenden ofrecer un producto duradero, con un ciclo de vida largo, y por tanto, también más sostenible. Para ello, si consiguen construir una zapatilla fiable y que gracias a su concepto modular de 3 mediasuelas (bloque de amortiguación) intercambiables, que el usuario puede escoger en cada momento, según las circunstancias, terreno o actividad, tendrá la percepción de que es él quien tiene el control, el poder de decidir.
Estas 3 mediasuelas tendrán diferentes densidades; 1 en EExpure (mismo compuesto de la Kjerag) que otorga ligereza, una segunda variante más reactiva y firme, para terreno técnico fabricada en TPU, y la tercera opción, en PEBA, más acolchada y con alto rebote. Así pues, cada una de ellas se encargará de ofrecer una experiencia diferente al usuario. Por el momento, no hay información de las medidas y de si estas plantillas afectarán a la caída o drop de la zapatilla, aunque me arriesgo a afirmar de que no afectará a esa característica.
Sin duda, ofrecer un modelo personalizable, que descarte la opción de tener más de una zapatilla, y que además ésta ofrezca una durabilidad elevada, definitivamente pone ‘patas arriba’ la desaforada inercia de nuestro sector, donde los gigantes que dominan el cotarro, sacan iteraciones de cada modelo de forma anual, en algunos casos, con 10 o más colores (entre hombre y mujer). Por tanto, esto señala involuntariamente a la competencia. Causa-efecto, aunque no se busque.
La ‘individualización’ de una zapatilla
Parte del encanto o atractivo de esta Nnormal Kboix, es la forma en la que se adapta a las necesidades del usuario en cada momento. Ése era el sueño de Kilian Jornet. No se trataba únicamente de crear una zapatilla con unas prestaciones determinadas, sino dar forma a un concepto y cortocircuitar las ideas preestablecidas dentro de la industria del calzado deportivo.
Por eso, la Kboix hace gala de una ‘indivilualización’, con el objetivo de adaptarse en cada momento a las necesidades de un cliente que valora tanto las prestaciones como el respeto por el medioambiente que sea capaz de ofrecer dicho producto.
Todavía sin precio
Esta Kboix presenta unas características técnicas vistas en la Kjerag, por ejemplo. Me refiero a la cubierta (upper) en el resistente tejido Matryx. Cómo no, también siguen confiando en el mayor y reputado fabricante de suelas Vibram. En este caso, la suela cobra una mayor relevancia, pues se ‘monta’ hacia los laterales, uniéndose al upper en doble costura. Es una de las mayores innovaciones que presenta esta zapatilla. Esta suela, presenta el mismo diseño y distribución de tacos que el modelo Kjerag, pero con mayor altura de esos tacos. Un detalle que me parece interesante, para dotar a esta Kboix de un carácter más aventurero, en lugar del ADN rácing de la Kjerag.
Pocos detalles técnicos han trascendido hasta el momento de la presentación oficial. Incluso el precio se desconoce. Posiblemente, el detalle de que 150 personas escogidas para hacer de beta-tésters, con el objetivo de hacer reportes sobre el producto, para así, con el feedback, se puedan llevar a cabo los ‘últimos ajustes’, tenga algo que ver. Entiendo que las posibles modificaciones no serán de gran entidad, pues lo más costoso de una zapatilla, como el desarrollo (medido en tiempo y cuantificado en dinero) y matrices o moldes (valorados en euros) para suela y mediasuela, ya están hechos.
En cualquier caso, será interesante conocer a posteriori en qué han consistido esos ajustes finales, fruto de los cuales, se tendrán todos los datos para anunciar el precio. Personalmente, conociendo los modelos de la marca, y entendiendo el sobreprecio de esas 2 mediasuelas adicionales que podría suministrarse con la zapatilla, en ningún caso debería superar los 230€. Otra cosa, es que sea el cliente el que escoja la mediasuela que más le encaje, y el precio consiga contenerse.
Pese a todo, si finalmente el precio se mueve alrededor de esa cifra, no va a ser fácil de justificar. O mejor dicho, si se puede justificar el valor de esas mediasuelas adicionales, la cuestión es saber si el cliente va a tener la percepción de que ese sistema modular le aporta beneficios en un corto plazo (para compensar el desembolso que acaba de realizar), y que en el largo plazo, la percepción de valor es capaz de aumentar exponencialmente, sintiendo que ‘ahora sí’ o que a partir de cierto punto, el dispendio ha valido la pena.
Sea como fuere, toca esperar, pero sin duda, tener en las manos (y pies) un modelo nacido de los bocetos hechos a mano, bajo el prisma y la experiencia de Kilian Jornet, me parece un acto imprescindible. Siempre digo, que tener unas de sus zapatillas, es conocerle un poquito mejor. Y eso, sus fans, lo sabemos valorar.
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