
La desbandada en masa de las filas de la prestigiosa marca de Annecy, Salomon, no ha hecho más que sumar talento en la nómina de la joven marca Nnormal.
Para alegría de los aficionados al trailrunning, (o correr por montaña de toda la vida), que Nnormal, la marca comandada por Kilian Jornet haya fichado al vereterano atleta Tòfol Castanyer, ha sido una gran noticia.
Curiosamente, Nnormal está bajo el paraguas de la empresa matriz Camper, también de Mallorca.
Caprichos del destino. O no. Porque el talento hay que ir a buscarlo, esté en Mallorca, esté en Noruega.
Otros fichan humoristas. Allá cada cual.
Y es que enumerar los logros de Tòfol, durante su dilatada y vigente carrera como atleta, sería casi interminable.
Cuando en cualquier deporte, peinar canas (en el mejor de los casos), cuando otros lucimos amplia frente, uno ya es viejo, Tòfol, a los 49 años posiblemente vuelva a consecuencia de esta etapa, a recuperar (¿lo perdió alguna vez?) el punch de un ser extremadamente competitivo.
Cuántos y grandes momentos nos ha dado el amante de la sobrassada (cada uno es profeta fuera de su tierra como quiere o le apetece).
Competitivo como él solo. Luchador, tenaz. Humilde, si …algo escaso hoy día, cuando el bagaje y la experiencia -en ocasiones-, mantiene un contubernio furtivo a tres con el ego y la arrogancia.
Poco dado a los flashes.
Peleón aún cuando las cosas salen torcidas.
Con la mente clara cuando se mantienen.
Comedido cuando salen bien.
Escarbando en los recuerdos, me quedo con la entrada junto a otro grande, Iker Karrera en la meta de UTMB, posiblemente la carrera de montaña más mediática del planeta, después de casi 21 horas en carrera. Nada de ganar al sprint, y sálvese quien pueda.
Valores.
Los valores del trail, dicen algunos.
No, los valores son de las personas, no del deporte.
Desalmados hay en cualquier deporte y sitio.
Me quedo con aquellos delicados y peliagudos momentos, en los que se debatió entre permanecer en este mundo, o irse al otro.
Fue en Cavalls del Vent 2012, la edición más criminal hasta la fecha, donde una hipotermia severa, bajó su temperatura corporal a niveles casi incompatibles con la vida.
Pero menudo es él.
Y aprendió.
Y lo reconoció.
Me alegro mucho. Y le doy la enhorabuena a la marca. Sí, a la marca y no a él, por tener entre sus filas a un tipo como así, a un corredor de su calidad.
Al final, las empresas, los equipos, necesitan personas, por encima de resultados, pues lo uno, llega a ser consecuencia de lo otro.
Y así debe ser, por el bien de todos, y para alegría nuestra. Qué narices.
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