La respuesta rápida es que las endorfinas son las culpables, pero no son el único factor que influye en nuestro estado de ánimo después de correr. De hecho, correr puede tener un impacto significativo en la estructura y patrones de pensamiento de nuestro cerebro.
Las endorfinas se convirtieron en un término común en la década de 1970. Se descubrió que estos productos químicos, que se unen a los receptores de neuronas en el cerebro, se liberan en mayores cantidades durante una carrera. Estudios han demostrado que niveles más altos de endorfinas en la sangre después de correr se correlacionan con una mejora en el estado de ánimo. Pero no fue hasta 2008 que se demostró que existe una fuerte correlación entre los niveles de endorfinas y la mejora del estado de ánimo en términos del cerebro. Los investigadores alemanes utilizaron un escáner PET en los cerebros de triatletas mientras corrían durante dos horas. Descubrieron que los niveles elevados de endorfinas en la corteza prefrontal y otras partes del cerebro asociadas con el estado de ánimo se alinearon con los informes de euforia de los atletas.
Pero las endorfinas no son la única sustancia química en juego después de correr. El profesor de antropología en la Universidad de Arizona, David Raichlen, ha medido los niveles de endocannabinoides pre y post run en corredores, perros y hurones. Los endocannabinoides son sustancias que se unen a los mismos receptores en el cerebro que el THC, la sustancia responsable del efecto de «subidón» en la marihuana.
Las razones de la felicidad
Según Raichlen, existen dos teorías principales sobre por qué correr causa un aumento en los niveles de endorfinas y endocannabinoides. En primer lugar, cuando los humanos se convirtieron en cazadores-recolectores hace unos 2 millones de años, se volvieron más activos. La liberación de estas sustancias químicas, que actúan como aliviadores del dolor, podría haber evolucionado para permitir un movimiento más prolongado y más rápido. En este escenario, la sensación de bienestar después de correr es un efecto secundario.
En segundo lugar, niveles más altos de estas sustancias químicas mientras estamos activos podrían haber motivado el movimiento continuo. Ello llevaría a la obtención de más alimentos y, en última instancia, a una tasa de supervivencia más alta. Raichlen sugiere que estos dos mecanismos podrían haber trabajado en conjunto para producir el efecto de sentirse mejor después de correr.
En resumen, correr causa una liberación de endorfinas y endocannabinoides, que actúan como aliviadores del dolor y pueden motivar el movimiento continuo. Estas sustancias químicas también están asociadas con una mejora en el estado de ánimo y, por lo tanto, es probable que sean responsables del efecto de sentirse mejor después de correr. Además, los niveles elevados de endorfinas y endocannabinoides pueden tener un impacto significativo en la estructura y patrones de pensamiento.
Las endorfinas y algo más
En conclusión, aunque las endorfinas son importantes en la sensación de bienestar que experimentamos después de correr, no son el único factor. Los endocannabinoides también juegan un papel importante y se cree que evolucionaron para permitir un movimiento más largo y más rápido en los humanos. Por lo tanto, cuando corremos, estamos activando un mecanismo evolutivo que nos motiva a movernos y nos recompensa con una sensación de bienestar.
Así que la próxima vez que salgas a correr y te sientas genial, recuerda que hay mucho más en juego que solo las endorfinas.
¡Disfruta de tu carrera!
