Correr es una excelente forma de mantenernos en forma y disfrutar de los beneficios del ejercicio físico. Sin embargo, cuando las temperaturas aumentan y el calor se vuelve intenso, correr con altas temperaturas puede presentar desafíos adicionales para nuestro cuerpo. Para asegurarte de que tu carrera sea segura y efectiva en condiciones de mucho calor, aquí te dejamos 5 factores clave que debes tener en cuenta.
Hidratación adecuada
Cuando corremos en condiciones de calor, nuestro cuerpo pierde más agua a través del sudor para mantenernos frescos. Es crucial mantenerse hidratado antes, durante y después de tu carrera. Asegúrate de beber suficiente agua antes de salir a correr y lleva contigo una botella de agua o planifica rutas donde puedas acceder a fuentes de agua potable. También puedes considerar el consumo de bebidas deportivas para reponer los electrolitos perdidos a través del sudor.
Planificación inteligente de la ruta y horario
Evita correr en las horas más calurosas del día, generalmente entre las 10 a.m. y las 4 p.m., cuando el sol está en su punto más alto. En cambio, elige correr temprano en la mañana o al final de la tarde, cuando las temperaturas son más suaves. Además, busca rutas con sombra, parques arbolados o senderos cercanos a cuerpos de agua, ya que proporcionan un alivio del calor y te ayudarán a mantener una temperatura corporal más baja.
Ropa adecuada al correr con altas temperaturas
Opta por ropa ligera y transpirable que permita la evaporación del sudor y facilite la regulación de la temperatura corporal. Prefiere telas técnicas que absorban la humedad y eviten la acumulación de calor. Además, considera el uso de prendas de colores claros, ya que reflejan la luz solar en lugar de absorberla, lo que te ayudará a mantenerte más fresco durante la carrera.
Protégete del sol al correr con altas temperaturas
El calor del sol puede ser intenso y dañino para la piel, especialmente durante las horas pico. Aplica protector solar de amplio espectro con un factor de protección solar (FPS) adecuado antes de salir a correr, incluso en días nublados. Además, no olvides usar una gorra o visera para proteger tu cara y ojos del sol, y considera el uso de gafas de sol para proteger tus ojos de los rayos UV.
Escucha a tu cuerpo
Es fundamental prestar atención a las señales de tu cuerpo cuando corres en condiciones de calor. Si experimentas mareos, debilidad extrema, náuseas o calambres musculares, detente inmediatamente, busca sombra y rehidrátate. Estos pueden ser signos de deshidratación o incluso de un golpe de calor, una condición grave que requiere atención médica. No te exijas más de lo necesario y considera reducir la intensidad y la duración de tus carreras durante los días más calurosos.
Correr con mucho calor puede ser desafiante, pero si tomas las precauciones adecuadas, aún puedes disfrutar de tu entrenamiento al aire libre de manera segura y efectiva.
¿Te ha gustado este artículo? Puedes ampliar la información con este de RunnerWorld.
