Si le preguntas a cualquier corredor qué prefiere: correr en una cinta de correr o correr al aire libre, casi podemos garantizar que van a tener opiniones fuertes al respecto. Algunos puristas del running no soportan la monotonía de correr en una cinta; otros no encuentran la motivación para aumentar el ritmo sin controles manuales y prefieren la precisión de hacer un entrenamiento estructurado en interiores.
No hay una forma correcta o incorrecta de correr. De hecho, ambas modalidades tienen sus pros y sus contras. Cada una puede ayudarte a volverte más fuerte y rápido, ya sea que estés entrenando para una carrera o simplemente haciendo ejercicio cardiovascular. Cuando el clima invernal te impide correr de manera segura al aire libre, probablemente deberías usar la cinta de correr (algo muy frecuente en los ciclistas con los rodillos). En cualquier caso, lo mejor sería acumular kilómetros tanto en interiores como en exteriores.
Beneficios de correr al aire libre
Para algunos es difícil superar el atractivo de atarse los cordones y salir a la carretera en un día soleado (o cualquier día, en realidad). Y hacerlo significa que estarás gastando más energía que en una máquina.
Y aunque la investigación ha encontrado que los patrones biomecánicos no cambian cuando alguien corre en una cinta de correr en comparación con cuando corren al aire libre. Correr al aire libre es más adecuado para un ciclo de marcha natural. Esto se debe a que, nuevamente, estás haciendo el trabajo tú mismo y no estás limitado por los parámetros de la cinta de correr, lo que puede hacer que algunas personas acorten su zancada.
También vas a activar más músculos cuando estés corriendo al aire libre porque no tienes que correr en un patrón estrictamente lineal, piensa en esquivar a la gente en la acera o saltar sobre los bordillos.
Si solo corres en interior, ciertos músculos podrían debilitarse y desacondicionarse, lo que te prepara para lesionarte cuando vuelvas a correr al aire libre. O peor aún, puedes sufrir una lesión por sobresfuerzo un músculo o un hueso en el mismo patrón predecible.
Correr en una superficie más rígida como asfalto o concreto va a proporcionar más fuerzas de reacción del suelo, que definitivamente pueden reforzar tus huesos un poco más que una cinta de correr. Las cintas de correr, por otro lado, están diseñadas para absorber las fuerzas de reacción del suelo, por lo que idealmente protegerán tus articulaciones del impacto asociado con correr.
Debido a eso, los corredores que prefieren correr al aire libre deben ser inteligentes al entrenar la fuerza en sus piernas.
Beneficios de correr en cinta
El entrenamiento en cinta de correr proporciona un entorno completamente controlado. Puedes controlar con precisión el ritmo, la inclinación, el intervalo y la recuperación. Por ejemplo, acostumbrarse a correr a ciertas velocidades porque estás obligado a hacerlo es mucho más fácil mientras hay una banda en movimiento bajo tus pies.
Eventualmente, la sensación de esa banda moviéndose bajo tus pies y mantener un ritmo constante se traducirá en correr al aire libre, haciendo más fácil mantener un ritmo sin mirar tu reloj cada pocos segundos.
En cualquier caso, al correr en interior no puedes replicar completamente la sensación de correr al aire libre. Pero la investigación histórica sugiere que configurar la cinta de correr a una pendiente del 1 por ciento simula de manera más precisa correr al aire libre a ciertas velocidades o ritmos, compensando la falta de resistencia al aire y la banda en movimiento. Y otro estudio encontró que tu VO2 max (cuánto oxígeno puede usar tu cuerpo durante la actividad física) es el mismo cuando corres en una cinta de correr en comparación con fuera. Entonces, aunque correr fuera puede sentirse más difícil, lo que está sucediendo dentro de tu cuerpo es similar.
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