
Si eres corredor, seguro que has sufrido ampollas en los pies, ya sea en el transcurso de un entrenamiento, o peor aún, en plena carrera, donde si o si no te queda otra que acabar y llegar a meta, que por algo llevas entrenando tanto tiempo y una maldita ampolla no te va hacer parar.
Las ampollas en los pies son de las lesiones cutáneas más comunes que vemos en consulta, sobre todo los días posteriores del fin de semana,que es cuando se disputan las carreras.
¿Por qué se producen las ampollas en los pies en corredores?
El motivo principal de su aparición es la fricción o roce, normalmente entre el pie y un elemento externo, ya sea el calzado, un calcetín mal puesto, una piedrecita dentro del zapato, etc.
Este roce o presión excesiva en la piel, produce una lesión, en las capas superficiales de la dermis, provocando la alteración de la misma y la aparición de líquido en el interior de la ampolla como respuesta del organismo tan características de las ampollas en los pies.
Otro factor determinante es la distancia realizada, ya sean kilómetros o pasos, caminando o corriendo, a mayor distancia recorrida, la probabilidad de la aparición de ampollas se incrementa de forma excepcional.
A mayor temperatura y humedad es más probable la aparición de las ampollas, ya que el pie tiende a sudar más y contribuye a que la piel esté más débil, más blandita, con lo que el riesgo de sufrir alteraciones aumenta.
¿Puedo seguir corriendo con ampollas?
La mayor parte de las ampollas suelen ser superficiales pero si durante una franja de tiempo prolongado se somete esa piel a un exceso de fricción o presión pueden producirse mayor complicaciones, llegando incluso a producir úlceras, y llegar a capas más profundas de la piel.
Dicho esto, si quedan pocos kilómetros para llegar a meta, puedes terminar la carrera sin problemas, pero si aún te quedan muchas zancadas para realizar o se trata de una carrera muy larga, lo más sensato es parar y buscar ayuda del personal sanitario, para una vez resuelto el problema, seguir hasta finalizar el trayecto si así lo deseas.
¿Cómo curar las ampollas?
Por sencillas que puedan parecer estas alteraciones en la piel, se deben tratar con todas las garantías sanitarias posibles, ya que una mala actuación puede acarrear complicaciones más severas en forma de infección por ejemplo.
Los pasos que debemos hacer son, en primera instancia, limpiar la zona con jabón y posteriormente aplicar un antiséptico como la clorhexidina o la povidona yodada.
Posteriormente debemos cubrir la zona lesionada para evitar nuevos roces y lo podemos hacer con una gasa y un trozo de esparadrapo de papel o bien con una tirita. En este sentido, es muy importante no tapar la herida con cualquier superficie que contenga adhesivo ya que al retirarlo podemos producir aún más daño.
Por último, si el dolor no te permite caminar o correr, se debe drenar el líquido que contiene la ampolla, es decir, debemos realizar un pequeño agujero para que el causante del dolor (líquido dentro de la ampolla) desaparezca.
¿Qué cremas puedo utilizar para prevenir ampollas en los pies?
Las cremas que podemos utilizar para prevenir ampollas en los pies son aquellas que nos ayuden a combatir el origen de su aparición. En este sentido las podemos dividir en:
- Cremas para hidratar los pies: La sequedad en los pies predispone o facilita que la piel sufra alteraciones, así pues, cremas con un alto contenido en urea nos van ayudar a mantener una buena hidratación de los mismos.
- Cremas para controlar la transpiración: Existen distintos productos y en distintas presentaciones como talcos, cremas, spray, etc. que regulan el exceso de transpiración de nuestro pie.
- Cremas “anti-rozamientos”: Nos referimos a productos como la vaselina o lubricantes que generan el efecto segunda piel y forman una capa de protección extra que disminuye la aparición de ampollas.
Es difícil generalizar ya que cada persona tiene una tipología de piel distinta a la otra, en este sentido, lo ideal es acudir a tu podólogo de confianza y que él te recomiende cuáles son las mejores opciones para ti de forma personalizada.

Los 3 consejos que debes aplicar, si quieres prevenir las ampollas de los pies al correr
1.Utiliza calcetines de dedos
Si tienes tendencia a producir muchas ampollas en los pies al correr, una opción muy interesante, en vez de protegerte dedo con dedo con esparadrapo, es utilizar unos calcetines de dedo tipo Injinji y el mismo tejido del calcetín te va hacer a la vez de vendaje, evitando fricciones entre los dedos.
2. Realiza un estudio biomecánico
Puedes realizar todo lo descrito anteriormente en este artículo y si aún así te siguen saliendo ampollas al correr, debes de realizarte un estudio biomecánico personalizado para valorar posibles excesos de presiones o movimientos inadecuados que sean el origen de esa fricción que acaba produciendo las ampollas al correr.
3. Escoge la zapatilla adecuada
Es de sentido común, pero aún vienen personas a la clínica que han estrenado zapatillas el mismo día de hacer una salida con muchos kilómetros por delante.
Escoge la zapatilla en función de la morfología de tu pie, que no produzca roces ni con la puntera, ni la lengüeta, etc. y te vas ahorrar algún que otro quebradero de cabeza.
Un artículo de:
Albert Casas
Podólogo deportivo especialista en biomecánica
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