
Cuidar nuestros pies debería ser una tarea rutinaria durante todo el año, pero con la llegada del verano lo es más si cabe. El uso de chanclas, sandalias, ir descalzo, el sudor, el sol… pueden ser factores que hagan que nuestros pies sufran y nos impidan seguir entrenando con normalidad. En este texto te explicamos cómo cuidar tus pies en verano para seguir entrenando con normalidad.
Es posible que, con la llegada del verano, el cambio de calzado, la playa o la piscina, aparezcan uñas negras tras la acumulación de kilómetros en la temporada, ampollas por rozaduras, talones cuarteados…
Trata las uñas negras
Las uñas negras a menudo son el resultado de uñas demasiado largas, de zapatillas demasiado pequeñas, o simplemente del impacto repetido el tiempo. Para prevenirlo, corta tus uñas regularmente y asegúrate de que no estén muy cortas, ni muy largas. Y siempre lo más rectas posibles para evitar uñas encarnadas. Tu zapatilla debe ser lo suficientemente ancha como para que tu antepié descanse cómodamente dentro sin hacer contacto con ninguno de los lados.
Elimina los callos
Minimiza las callosidades con la rápida rutina de exfoliación en la ducha. Espera hasta el final de la ducha cuando tus pies hayan absorbido mucha agua, y luego aplica generosamente un exfoliante en ambos pies. Enjuaga el exfoliante y tu piel muerta.
Hidrata tus pies
Tus pies deben ser hidratados diariamente, aunque es una rutina muy olvidada por la mayoría de los corredores. Presta especial atención a las zonas propensas a la formación de callos, como los talones, metatarsos y cualquier otra zona prominente ósea que pueda estar sujeta a fricción al correr. La exfoliación, cuando sea necesaria, debe hacerse antes de la hidratación, ya que la piel menos gruesa se hidrata más fácilmente y contribuye a una formación más lenta de callos.
En cuanto al momento ideal para hidratar: es después del baño, remojo o ducha en agua tibia. El agua caliente abre los poros de la piel permitiendo una mejor penetración de la crema hidratante.
Prevén (y cuida) las ampollas
Probablemente las ampollas sean, junto a las uñas negras, lo más común entre corredores. El sudor y la humedad son los culpables más comunes de causar ampollas. Para cuidarlas sigue estos pasos:
- Utiliza desodorante en polvo, tanto en tus pies como dentro de las zapatillas para combatir el exceso de sudor.
- Usa buenos calcetines, los calcetines de gama alta eliminan la humedad extra y mantiene la tracción adecuada dentro de tu zapato.
- Compra zapatillas para correr de la talla adecuada para prevenir el deslizamiento, aunque incluso estos pueden saturarse de humedad y, por lo tanto, no deben usarse diariamente.
Corta bien las uñas
Corta las uñas lo más recto posible, ya que aumenta la probabilidad de que crezcan rectas y no causen deformidades en las uñas dentro de tus zapatos con el exceso de correr. De esta forma también evitarás que la uña se pueda llegar a encarnar en algún momento.
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