Asics ha presentado oficialmente la Novablast 4 en su ‘showroom’ de Madrid. Una familia (Novablast) que vio la luz en 2020, y vino acompañada de una espuma en la amortiguación que crearía escuela y que acabaría aterrizando para desplegar toda su ambición con el objetivo de dejarse querer e implementarse en varios modelos del catálogo, llegando a las gamas más altas a través de continuas evoluciones.
De hecho, Asics siempre tiene una carta bajo la manga, al incorporar una nueva tecnología en los modelos de alta relevancia, o que constituyen una nueva gama o familia. Ya lo vimos hace unos meses con el PureGel en la Nimbus 25, por citar un ejemplo reciente.
En su día, la primera Novablast trajo consigo la espuma Flyte Foam Blast (FF Blast), que en definitiva, daba forma al modelo, hasta el punto de usurpar el propio nombre de la saga que acababa de nacer.
Con este nuevo compuesto, según comenta Toni Agustí, Brand Trainer (Técnico de Producto) de Asics “lo que se intentó es buscar un compuesto que estuviese en un punto ‘dulce’. Es decir, que ofreciera confort, en un material ligero, pero con el que vamos a tener buen retorno de energía”.
Por tanto, con esa espuma se consiguió un material (ergo, una zapatilla) muy polivalente, lo que hizo que se pudiera utilizar en un modelo de zapatilla para entrenamiento, e incluso combinada con una placa de carbono, en modelos de competición.
En este sentido, retrotraernos a 2020, en aquella primera Novablast, es pensar en una zapatilla “muy ‘salvaje’ donde primaba la ligereza y reactividad”, según Toni Agustí.
Así pues, podemos concluir, que la Novablast 1 fue una zapatilla que marcó un antes y un después, especialmente dentro de Asics.
Cambio de espuma en la tercera versión
Con la Novablast 3, se dio un punto más de giro a la capacidad técnica de los ingenieros japoneses, y se lanzó el FF Blast + (plus), que en este caso, ofrecía más ligereza. “Hemos intentado ir mejorando en ciertas áreas donde teníamos margen de maniobra”, sentencia Agustí.
Una Novablast 4 muy esperada
La acogida de la Novablast 4 ha sido satisfactoria. De momento lleva pocas semanas en el mercado (el lanzamiento oficial se produjo el 1 de diciembre de 2023) para conocer realmente el alcance, pero podría decirse que el público la esperaba, ya que la anterior Novablast 3, salió al mercado en septiembre de 2022, con lo que esa versión ha permanecido en el mercado unos meses más de lo habitual, considerando la llegada de la cuarta versión en diciembre de 2023. Por tanto, y como tanto les gusta decir a los del departamento de marketing, se estaba generando ‘hype’.
Realmente, la Novablast, es un modelo que podríamos considerar que está en ‘tierra de nadie’. Me explico: por algunas de sus cualidades (peso contenido y capacidad de respuesta de su amortiguación) se posiciona relativamente cerca de una zapatilla mixta (esos modelos con los que podemos competir, y entrenar ‘a ritmito’). Pero también, gracias a sus generosos perfiles y precio, puede competir con total solvencia con modelos de entreno tan consagrados como la gama Cumulus, también de Asics.
En este sentido, pienso que la Novablast 4 puede llegar a canibalizar a su compañera de catálogo, la Cumulus 25, a lo que Toni Agustí respondía que: “es verdad que el cliente tipo en algún momento dado se puede llegar a ‘cruzar’ porque son 2 zapatillas de precio muy similar (150€ Novablast 4 y 160€ la Cumulus 25), estamos hablando de esa horquilla de los 150-160€, y a nivel de usos hay muchas zonas donde coinciden, pero la Cumulus tiene usuarios muy fieles”.
Para la marca, es importante conocer el target, o público tipo u objetivo. Y en ese caso, la Novablast 4 “está diseñada también pensando en ese usuario nuevo de la marca, que suele ser más joven, que incluso puede que sea su primera Asics y busca una zapatilla para hacer de todo. A veces, también la estética puede ser el ‘driver’ (de compra) y la Novablast 4 cumple muy bien. Tiene un precio ajustado para lo que tenemos en el mercado. A nivel de prestaciones está realmente bien y el diseño es único. En ese sentido está bien dirigida”, afirma Toni Agustí.
Kaizen (o mejora continua) e innovación constate
Actualmente, aminorar la marcha no se considera una opción en ninguna empresa. El mercado es volátil y las marcas saben que no pueden caer en la autocomplacencia, ya que es en ese punto, es cuando la competencia te pasa por encima. De hecho, ya sucede sin tan siquiera aminorar la marcha, o sin tener la percepción de ello. En el sector del running, como en tantos otros, se va a degüello.
Pienso que Asics, ha tomado un ritmo de crucero elevadísimo, hasta el punto de parecer una auténtica locomotora que va cuesta abajo y sin frenos. Frente a tan elocuente alegoría, Agustí esbozaba una sonrisa (de orgullo, pero también fruto de coincidir con el símil que acabo de proponer). En este punto, se encarga de aclarar que: “vemos que la Nimbus, en algunas ediciones, por ejemplo suela y mediasuela se ‘reutilizan’ en 2 versiones. Hay cambios en upper, se hacen ajustes, pero es verdad que últimamente vamos a todo lo que da la locomotora y en ese sentido es verdad que cada año venimos con novedades”.
Hablando de la Nimbus 25, el modelo insignia y más lujoso del catálogo (y que puedes conocer más en profundidad aquí), continúa: “tenemos claro que Nimbus 25 ha funcionado bien, y la Nimbus 26 (de próximo lanzamiento), dentro de que hay cambios de diseño, es bastante continuista. Hemos mejorado aspectos que sabíamos que eran mejorables como el caucho de la suela en la zona de metatarsos, donde la Nimbus 26 nos va a dar un puntito más de agarre. Si vemos un área donde podamos mejorar, ahí nos vamos a enfocar”.
Uno de los puntos más fascinantes del ‘showroom’ es una amplia estancia que constituye un auténtico parque de atracciones para el friki del material para/de correr, ya que ahí, pude tener en las manos todas las novedades y próximos lanzamientos de 2024 (y más allá…). Ya lamento que no me dejasen solo en ese espacio durante 30 minutos. Me hubiese conformado con eso. Pero no. No pudo ser… Así que toca esperar.
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