
Las lesiones son el peor enemigo de los corredores y el dolor de rodilla (y sus lesiones asociadas) son una de los problemas más frecuentes. Tanto si en algún momento te has lesionado o, por suerte, no ha pasado, en este artículo repasamos los puntos más básicos para llevarlo de la mejor forma posible.
Usa las zapatillas adecuadas
Es importante comprar las zapatillas de correr correctas, y lo mejor es ir a una tienda especializada para que te asesoren correctamente. Conseguir la adecuada no tiene que implicar gastar mucho dinero.
Las zapatillas caras pueden ser más duraderas (depende) y ligeras (según modelo), por lo que son más adecuadas para personas que corren largas distancias o que tienen un nivel más elevado. Todas las marcas de zapatillas de correr fabrican versiones más económicas que son adecuadas para principiantes y corredores de niveles intermedios. Una buena zapatilla te ayudará a cuidar el pie y las articulaciones.
Calienta y enfría
Es esencial calentar adecuadamente antes de comenzar a correr. Caminar rápidamente o trotar suavemente durante cinco a diez minutos antes de empezar calentará tus músculos y ayudará a prevenir lesiones. También es muy importante trabajar la movilidad articular antes de los entrenamientos.
Para enfriar, sigue corriendo a un ritmo más fácil o camina durante cinco a diez minutos. Esto ayudará a tu cuerpo a recuperarse después de la carrera o entrenamiento.
Aumenta gradualmente
No te sientas tentado a aumentar la intensidad o la distancia de tu carrera demasiado pronto. Realiza una carrera similar al menos tres o cuatro veces antes de aumentar el ritmo o la distancia.
Una buena planificación llevada a cabo por un profesional, hará que tu rendimiento mejore gradualmente a la vez que controlas las cargas de entrenamiento. Para correr rápido, hay que ir despacio.
Mantén la motivación si tienes una lesión
Estar lesionado puede ser muy frustrante. Tanto si acabas de empezar, como si llevas muchos años, podrías sentir la tentación de abandonar al primer signo de lesión.
Tener un objetivo específico, como una carrera de 5 km o una carrera benéfica, te ayudará a mantener la motivación durante la lesión. Es importante marcarse objetivos reales y fáciles, antes de que decidir correr un maratón o medio maratón tras salir de una lesión. Debemos ver cómo reacciona nuestro cuerpo a distancias menores, antes de dar el salto a un objetivo más grande.
Si tienes algo por lo que trabajar, es mucho más probable que vuelvas a correr una vez que te hayas recuperado.
Correr con más gente también es una excelente manera de mantener la motivación. Si tu grupo continúa corriendo mientras tú estás lesionado, querrás volver a salir una vez que te recuperes, ya que no querrás defraudarlos.
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