
Un 25% de las mujeres ha sufrido acoso mientras practicaba running en Madrid, más del doble que los hombres. Este es el demoledor titular que nos deja el estudio de Zurich-RACC.
Con el objetivo de analizar los hábitos de los corredores a la hora de salir a trotar, Zurich (principal patrocinador de la Maratón de Sevilla y Barcelona), juntamente con el RACC (cobertura al automovilista), han elaborado un estudio en el que se han realizado más de 1000 encuestas y 17000 observaciones entre los deportistas madrileños, bajo el encabezado: “PRÁCTICA DE RUNNING EN MADRID DESDE UNA PERSPECTIVA DE GÉNERO”.
Para ello, han estudiado las rutinas deportivas en tres franjas horarias (mañana, tarde y noche) en 5 zonas representativas de la ciudad (Paseo de la Castellana, Bravo Murillo, Casa de Campo, El Retiro y Madrid Río).
Con ello se pretende conocer los hábitos de los runners, para entender las cuestiones relativas a la seguridad personal y viaria, de modo que podamos saber cuan importantes son las cuestiones relativas a la salud y bienestar de quienes se calzan zapatillas de correr.
Todos sabemos -y entendemos- que correr ha ido ganando popularidad, a la vista de los practicantes que se han sumado al colectivo. Sólo hay que mirar a nuestro alrededor.
Primero, por la concienciación respecto a lo concerniente a la salud, y segundo, porque la pandemia ha acrecentado ese sentimiento.
Personas que no se habían calzado unas zapatillas de correr (el 16%), a raíz de estar encerrados durante la pandemia, han visto en el deporte una forma de activarse, y adquirir nuevas y reconfortantes costumbres.
Veamos a continuación los resultados que ha dado la encuesta.
Seguridad personal
El 25% de las corredoras encuestadas reconocen haber sido acosadas mientras corrían en la capital madrileña, lo que representa más del doble que los hombres, con el 12%.
El escenario de estas agresiones, se producen en los parques para el 49% de las mujeres, y el 43% en hombres, siendo por la tarde o noche, la franja más insegura (48% en mujeres, y 45% en hombres según sus percepciones).
Esta situación lleva a las corredoras a tomar medidas de seguridad cuando salen a correr (96%). Y no solo son precavidas las mujeres, ya que el 74% de los hombres también reconoce hacerlo.
Lógicamente, esto hace que el 76% de las corredoras evite las zonas con poca iluminación o solitarias, teniendo que escoger a causa de esto, zonas más concurridas (el 65%), mientras el 41% decide correr en compañía.
El porcentaje de hombres que evita correr en zonas mal iluminadas y solitarias desciende hasta el 48%. También desciende notablemente la cantidad de hombres que deciden correr acompañados, un 21%, casi la mitad que las mujeres.

Las zonas más inseguras al anochecer en la capital, son la Casa de Campo y El Retiro. Contrariamente, el paseo de la Castellana es donde más seguros se encuentran tanto mujeres como hombres.
Lo lamentable de este asunto, es que el 28% de las mujeres confiesan que abandonarían su afición al running, a causa de esta situación, mientras que de nuevo, baja notablemente ese sentimiento en los hombres, con el 12%.
Posiblemente, salir a trotar en grupo, aunque únicamente el 45% de los runners de la capital, conoce plataformas o grupos para unirse.
Paradójicamente, los hombres son los que más las utilizan (el 35%, frente a 32% de mujeres).
Salud y bienestar
Afortunadamente, y dadas las circunstancias, el 38% de los runners afirman preocuparse más por la salud que antes de la pandemia, un dato más elevado de nuevo en las mujeres (41%), que en los hombres (37%).
Conclusiones del estudio
Sería conveniente que la administración pública generara espacios más seguros y agradables para los usuarios, ofreciendo de este modo, diversidad de actividades en la capital, independientemente de la franja horaria o de la afluencia de usuarios en la vía pública.

Otro aspecto a cuidar es la pedagogía, por lo que se deberían hacer campañas de información sobre seguridad personal, la necesidad de utilizar prendas reflectantes, y una guía de buenas prácticas para correr en la vía pública.
Todo ello, sin perjuicio de garantizar una buena iluminación en parques, y espacios menos concurridos, mejorando así, las zonas con escasa visibilidad.

Eso sí, no todo queda en manos de la administración pública. Los corredores han de tener en cuenta unos mínimos, como evitar utilizar auriculares, para no aislarse de lo que sucede alrededor suyo.
Correr en zonas de uso común por otros deportistas sería lo recomendable, así como tomar precauciones al escoger la ruta, poniéndo en conocimiento de familiares la actividad que tengamos pensado realizar, la distancia, y la hora.
Los runners deben respetar las normas esenciales, como correr por la acera, o circular de forma que tengan los vehículos de frente, y siempre, mostrándose visibles a los demás usuarios de la vía pública.
ESTUDIO ZURICH – RACC: “PRÁCTICA DE RUNNING EN MADRID DESDE UNA PERSPECTIVA
DE GÉNERO