A día de hoy, pocos son los deportistas que no han sucumbido a la atracción que generan los geles energéticos, bien por la idea de que ayudan a conseguir mejores resultados, bien por la idea de que ayudan a llegar a la meta cuando las fuerzas flaquean.
Ahora bien, son algunos más los que han tenido alguna experiencia negativa después de esta primera toma de contacto, y en muchos casos es por el desconocimiento de cómo y cuándo tomar aquella pequeña bomba de energía.
¿Por qué utilizar geles?
Los geles constituyen una fuente muy concentrada de hidratos de carbono, de hasta un 70%, lo cual es muy superior a lo que incluyen las bebidas y permiten una sola toma ocupando poco volumen de cara a llevarlo encima.
Algunos geles llevan también minerales, vitaminas, aminoácidos o cafeína.
Son útiles en deportes de larga duración como, por ejemplo, en aquellos de más de 90 minutos en los que es posible que se vacíen los depósitos de glucógeno y sea necesario aportar carbohidratos durante la propia prueba para retrasar este vaciamiento.
La disponibilidad de estos carbohidratos en bebidas supondría mucho más inconveniente para el deportista por su volumen y peso.
También son útiles en el post esfuerzo para reponer rápidamente en las 2 primeras horas los depósitos del glucógeno cuando el alimento convencional no está aún al alcance.
Pueden tomarse en algunos casos antes de la competición por su bajo contenido en fibra y poco volumen aunque personalmente no recomendaría un gel mucho antes de la salida por los problemas de hipoglucemia que pueden ocasionar.
Cantidad recomendada
La cantidad recomendada es difícil de pautar, y dependerá siempre de la intensidad y la duración del ejercicio. Están indicados en ejercicios de más de 90 minutos, y se recomienda un gel cada 30 minutos siempre que la actividad sea de intensidad alta.
Estas recomendaciones para nada pueden ser individuales, ya que debemos haber probado previamente el producto y tener una estrategia bien preparada que dependerá de nuestras propias necesidades y de la adaptación que tengamos que hacer el día de la carrera, en función de nuestro estado, los puntos de avituallamiento, e incluso el tiempo que haga.
Esta estrategia y el conocimiento de nuestras capacidades nos permitirá adelantarnos al momento de agotamiento total y avanzar la toma del gel, impidiendo que su acción llegue demasiado tarde.
Aunque algunos deportistas toman sus geles directamente, es mucho más recomendable consumirlos con agua, nunca con bebidas energéticas o isotónicas, ya que ingeriríamos demasiadas sales. Sin agua, los geles energéticos tardarán más tiempo en ser digeridosy entrar en el torrente sanguíneo. La cantidad recomendada de agua es de 200 ml por gel. Hay que tomarlos despacio, a pequeños sorbos.
Lo que hay que tener siempre en cuenta, es que los geles no tienen porqué ser garantía de éxito, y que hay que seguir una dieta equilibrada y una correcta hidratación. No es imprescindible tomar geles, lo que es imprescindible es volver a recuperar lo que hemos perdido durante el esfuerzo.
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