
Laura Figueiredo descubrió el trail casi por casualidad y, en muy poco tiempo, se ha convertido en una corredora que no para de acumular buenos resultados. Corría hasta hace por puro placer, sin planes ni objetivos. Ahora ha encontrado en los dorsales una manera de correr de una forma todavía más intensa.
En menos de un año compitiendo, ha ganado el medio maratón de Ibiza de los 3 Días de Ibiza, ha subido al podio en dos 10K del mismo fin de semana y se ha estrenado con victoria en pruebas exigentes como el Trail Vall de Ribes. Este rendimiento la ha llevado a fichar por el equipo KH7, con el que ya compite en pruebas por etapas y sigue sumando experiencia.
Hablamos con ella para conocerla cómo es corriendo y cuando no corre:
Laura, te hemos visto corriendo muy rápido en los 3 Días de Ibiza a pesar de que corres con dorsal desde hace poco, ¿Desde cuándo corres?
Laura Figueiredo: Como hobby, siempre me ha gustado mucho correr. Cuando era pequeña estuve varios años haciendo atletismo en el club del colegio, aunque nunca había competido seriamente. Me lo pasaba muy bien porque iba con mis amigos y probábamos un poco todas las distancias. Hacíamos relevos, íbamos a correr al parque del barrio de vez en cuando…, pero era más como un juego y un rato de ocio que una preparación planificada y enfocada a unos objetivos.
Cuando dejé el equipo estuve unos años jugando al baloncesto. Pero a raíz de la pandemia empecé a correr otra vez, por mi cuenta, y lo redescubrí como deporte. Empecé a correr tranquilamente, a mi ritmo y disfrutando, aumentando los km poco a poco a medida que me iba sintiendo más fuerte. Cuando acabó el confinamiento, empecé a salir casi todos los días a correr o a montar en bici, y ese par de horas diarias se convirtieron en una parte esencial de mi vida.

Te vemos competir en trail… ¿siempre has corrido por montaña?
Laura Figueiredo: Para nada, llevo corriendo por montaña menos de un año. ¡Ojalá lo hubiera descubierto antes! Sí que llevo muchos años corriendo mucho, pero siempre en llano (como mucho por parques de ciudad), y también he disfrutado mucho siempre de ir a la montaña, pero las tenía como disciplinas separadas. Hasta los 22 años viví en Madrid ciudad, y de los 22 a los 24 estuve estudiando en Dinamarca (no hay ni una montaña en todo el país), así que nunca se me había ocurrido empezar a correr por montaña.
Cuando acabé el máster hice un viaje por montañas de Perú y Ecuador, y varios guías me dijeron que subía muy bien, que seguramente disfrutaría de hacer algún deporte por montaña. Fue entonces cuando me surgió la idea de empezar a hacer trail running, aunque, empezando a los 24, no pensaba que fuera a ser capaz de ser muy competitiva. Lo veía más como un posible hobby. Diría que correr e ir a la montaña son las dos cosas de las que más disfruto, por la sensación de libertad que me dan ambas, así que haber podido unirlas en Barcelona ha sido todo un descubrimiento.
En diciembre del año pasado, una amiga me sugirió que nos apuntáramos a una carrera de trail en Manzanares el Real, en la sierra de Madrid. Nunca había corrido por montaña, ni siquiera entrenando, pero me pareció divertido probar. Allí estaba Dalia Alonso, que me dijo que subía muy bien y me animó a empezar a entrenar. Justo llevaba un mes viviendo en Barcelona, donde es mucho más fácil encontrar oportunidades para entrenar que en Madrid. Y como había disfrutado tanto en la carrera y vi que se me podía dar más o menos bien, decidí probar. Empecé a buscar rutas por Collserola, y en enero de 2025 me apunté a un club de montaña que organizaba salidas una vez al mes.
Tras casi un año desde mi primer contacto con el trail, puedo decir que me gusta mucho más que el asfalto. El no ir a un ritmo constante, sino ir adaptándose a subidas y bajadas, me gusta muchísimo. Me encanta eso de apretar en subidas y luego sentir cómo vas recuperando en bajadas para volver a estar fuerte cuando toca volver a subir o subir el ritmo en llanos. Además, es mucho más entretenido y variado, y se va por sitios mucho más bonitos. Y la sensación de correr por montaña es simplemente espectacular.
Ahora mismo no compito en asfalto, pero en enero tengo pensado correr la Mitja de Granollers. Creo que tengo más aptidutes para el trail y me atrae mucho más centrarme en mejorar ahí en vez de dedicar parte del tiempo al asfalto, pero seguro que es divertido probarlo. Llevo muchos años corriendo por asflato pero por mi cuenta, haciendo sólo rodajes, así que tengo curiosidad por intetar ir más rápido.

Compites desde hace poco. ¿Por qué no competías en carreras hasta ahora? ¿Qué te impulsó a ponerte un dorsal?
A mi primera carrera de trail, en Manzanares el Real, me apunté impulsada por mi amiga, y la disfruté muchísimo. Viendo que lo había hecho bien, decidí que podía ser divertido ir a alguna carrera más. En Barcelona empecé a ver el trail como una manera de conocer montañas y ver sitios nuevos. Uno de los corredores del club me habló del Trail Vall de Ribes, y decidí apuntarme porque tenía muchas ganas de correr por los Pirineos. Me apunté para probar, como primera carrera exigente de trail. Iba un poco preocupada porque nunca había hecho tanto desnivel y no sabía cómo gestionaría la carrera (de hecho, en mis primeras carreras no tenía ni reloj que me marcara el track, los km, pulsaciones, ni nada). Ganar fue una sorpresa tremenda, y disfruté tanto corriendo que a partir de ahí todo vino rodado.
¿Qué te motiva a competir?
Laura Figueiredo: Diría que lo que más me motiva a competir es el ambiente y la gente que voy conociendo en las carreras. Poder hablar con personas que disfrutan tanto del deporte y la montaña como yo y que comparten tantas cosas conmigo me está encantando.
También tengo mucha motivación por seguir mejorando y mejorar mi técnica. Correr para mí es sinónimo de libertad, y poder apretar en las carreras y sentir que, por momentos, vuelas, es una sensación espectacular. Me apetece mucho aprender a bajar, porque es algo que no tengo muy controlado y que ahora mismo me hace ir menos fluida.
Por otra parte, gracias a mi entrenador, Rubén Bona, estoy aprendiendo a entrenar con cabeza. Cuando corría por mi cuenta hacía rodajes en llano largos todos los días, sin ningún tipo de variación. Gracias a él, estoy aprendiendo a organizar mejor los entrenos y meter intervalos, desnivel, variación en el volumen, a adaptar los entrenos en función de las carreras… Me motiva mucho también aprender a planificar y entender cómo optimizar los entrenos.
Por último, me motiva mucho competir para conocer nuevas montañas y nuevos lugares donde correr. En cada nueva carrera voy descubriendo nuevos sitios, y todo lo que sea viajar y ver cosas nuevas me llama mucho la atención.
Vienes de ganar el medio maratón de Ibiza y hacer dos podios en los dos 10K. ¿Qué sensaciones tuviste durante todo el fin de semana?
Laura Figueiredo: Han sido unos días alucinantes, una experiencia buenísima. Estaba un poco preocupada porque nunca había hecho una carrera por etapas, y no sabía si era mejor reservar piernas o si aguantaría yendo a tope en todas las carreras
Mi objetivo era la carrera del sábado, la media maratón, una distancia en la que me siento muy cómoda y que siento que tengo bastante controlada. Las carreras cortas, en cambio, no se me dan tan bien. Como mi debilidad son las bajadas técnicas, mi plan de carrera suele ser salir fuerte y apretar en las subidas, y ver si eso es suficiente para no perder demasiado tiempo respecto a otras corredoras en las bajadas. Pero hacer esto en carreras cortas, donde las subidas no son muy largas, es más complicado.
Tal y como pensaba, mi carrera favorita fue la media maratón. De hecho, diría que ha sido la que más he disfrutado de todas las carreras que he hecho hasta el momento. Que hubiera varios km llanos de inicio me vino muy bien para colocarme primera, y a partir de allí sólo fue cuestión de no relajarse y seguir tirando. Me sentí muy fuerte durante casi todo el recorrido, y pude ir muy cómoda con el ritmo que llevé. Además, el camino y las vistas eran espectaculares. Constaté que las carreras de esta distancia con muchos caminos donde se puede correr fácilmente (sin zonas demasiado técnicas) me encantan. Realmente fui disfrutando todo el recorrido.
En cuanto a las dos carreras cortas del viernes y el domingo, intenté apretar en subidas y perder el menor tiempo posible en bajadas. Estoy muy contenta de haber podido quedar tercera en ambas, sobre todo viendo lo bien que bajaban mis rivales. Ahora tengo mucha motivación para intentar mejorar y poder apretar también en bajada en estas carreras tan rápidas.
Como apunte, fue muy especial también coincidir con mi entrenador, que corrió la ultra. Nos cruzamos en las tres carreras, y en todas me dio muchos ánimos y muchas fuerzas para seguir. Del mismo modo, poder pasar varios días con mis compañeros de KH7 me ayudó mucho a sentirme más relajada y acompañada.

¿Cómo se gestiona una carrera en tres etapas/días?
Laura Figueiredo: Creo que en una carrera por etapas es fundamental conocerse mucho a uno mismo y ser capaz de detectar cuándo se está forzando demasiado. Como era mi primera carrera por etapas, me preocupaba fundirme en las primeras pruebas y no llegar fuerte al final. Creo que en este sentido, lo hice bastante bien el primer día. Apreté todo lo que pude en las subidas, pero en las bajadas, que además de ser lo que peor se me da es la parte que destroza más las piernas, me centré en no caerme y no forcé el ritmo. Así, llegué muy fuerte a la media maratón, y creo que la alegría de ganarla y sentirme tan bien me dio muchas fuerzas para el último día. Creo que también me han ayudado muchísimo los meses que llevo con mi entrenador. Ir metiendo intensidad, intervalos, y desnivel en los entrenos, además de sesiones de fuerza, ha hecho que acabe las carreras mucho mejor muscularmente que cuando empecé a competir.
Por otra parte, creo que en una carrera por etapas es muy importante no olvidarse de que no importa sólo la posición, sino también el tiempo. Cada segundo que puedas sacar, o que puedas evitar que te saquen, en cada una de las carreras, cuenta. En la media, por ejemplo, cuando quedaban pocos km ya veía que era muy probable que quedara primera, pero sabiendo que en la carrera del viernes había sido tercera y que en la del domingo probablemente me sacarían más tiempo, intenté no relajarme y seguir apretando.
¿Cómo llegaste a formar parte del equipo KH-7?
Laura Figueiredo: En el Trail Vall Ribes, la primera carrera que corrí por aquí, estaba Roger, que es parte del equipo KH-7. Le llamó la atención que hubiera ganado siendo mi primera competición de este tipo y sin haber entrenado específicamente para la prueba, así que me dio su contacto y me dijo que, si quería, podíamos ir hablando. Unas semanas más tarde, me dio un dorsal para el Trail Sant Esteve, y al acabar la carrera me ofreció entrar en el equipo. Agradezco mucho la oportunidad que me han dado y que hayan confiado en mí.
¿Qué proceso seguiste para unirte y qué apoyo te brinda el equipo?
Laura Figueiredo: Fue un proceso muy rápido; hice un par de carreras bien, y desde KH7 confiaron en mí. En cuanto me uní, decidí que quería empezar a entrenar en serio para mejorar, evitar lesiones, y poder demostrar que habían hecho bien confiando en mí. Pedí consejo, y desde KH7 me pusieron en contacto con Rubén Bona, que ahora es mi entrenador y que me está ayudando muchísimo.
Gracias al equipo, podemos ir a muchas carreras (como la de Ibiza, por ejemplo). Desde que me uní, me han llevado a 5 carreras, y como participan en muchas carreras hay muchas más posibilidades de cara a la temporada que viene. También nos dan ropa de deporte para entrenar y competir.
En Ibiza, también ha sido muy importante ir en equipo. Sentirse parte de algo más grande y el apoyo de mis compañeros han sido clave en estos días.

¿Además de entrenar… a qué te dedicas?
Laura Figueiredo: Estudié el grado en Biotecnología y un máster en Bioinformática, y ahora estoy haciendo un doctorado en Barcelona. Estoy trabajando en la integración de datos multi-modales y la generación de datos sintéticos con aplicaciones biomédicas.
¿Cómo es tu día a día? ¿Cómo compaginas los entrenamientos intensos con tus estudios?
Laura Figueiredo: Tengo la suerte de contar con mucha flexibilidad en el trabajo. Como puedo empezar la jornada hasta las 10 de la mañana, me da tiempo a entrenar entre las 6:30-7:00 y las 9:00, más o menos, antes de ir a trabajar. Para mí es una suerte poder ir a correr por las mañanas, porque me despierto con mucha energía, y hacer deporte como primera actividad del día es clave para poder concentrarme mejor luego.
Los días que tengo doble entreno (correr por la mañana y hacer fuerza o natación por la noche), voy algo más justa, pero de momento estoy siendo capaz de organizarme sin problema. Cuando hice el máster compaginaba salir a correr con estudiar y trabajar en un restaurante, así que creo que fue un buen entrenamiento para optimizar el tiempo y exprimir los días al máximo. Y como disfruto muchísimo entrenando, no me supone ningún esfuerzo renunciar a tener más tiempo libre o más horas de sueño.
¿Cuáles son tus metas a medio plazo?
Laura Figueiredo: A medio plazo, mi objetivo principal es mejorar las bajadas. Creo que puedo ser mucho más competitiva si aprendo a bajar con más seguridad y fluidez, porque ahora mismo es claramente mi punto débil.
Mi entrenador y yo tenemos pendientes sentarnos un día y planificar la temporada, pero creo que el plan va a ser afianzar las medias (quizás probar los 30k o similar), y afianzar las bajadas antes de empezar a probar distancias más largas. También, como mi fuerte son las subidas, tenemos pensado apuntarnos a km verticales. De cara a esta temporada, me gustaría poder ir a carreras competitivas y medirme con buenas corredoras para seguir aprendiendo y mejorando.
¿Y a largo? Te ves en la ultradistancia?
Laura Figueiredo: Ahora mismo lo veo como algo muy lejano, pero no lo descarto como una opción muy en el futuro. Las carreras tan largas tienen recorridos espectaculares, y tiene que ser toda una experiencia tanto entrenar para ellas como ser capaz de acabarlas bien. Lo que sí tengo claro es que, si algún día me planteo probar las ultras, lo haré habiéndome preparado muy bien y estando segura de que mi cuerpo puede resistirlas sin problema y que, aunque pueda haber momentos de sufrimiento durante la carrera, a nivel general voy a disfrutar mucho corriéndolas.
