
Laia Sanz se enfrenta a un reto mayúsculo y a la vez fascinante. DEBE completar un total de 19 ascensiones a un recorrido por la montaña de casi 3 kms, con un desnivel de 480 metros cada una. DESDE los 2.220 hasta los 2.700 metros. Todo ello en un máximo de 48 horas en un entorno incomparable, el Mirador de Tristaina, en la estación de esquí́ de Ordino-Arcalís (Andorra). Así completará el reto de sumar 8.848 metros de desnivel acumulado, el equivalente a la altitud del monte Everest. Lo hará formando parte del movimiento global Everesting, que ya ha atraído más de 30.000 personas en todo el mundo y cuya prueba Everesting 48h Challenge en Andorra tendrá lugar entre el 29 de mayo y el 1 de junio.

Éste es el nuevo desafío al que se enfrentará Laia Sanz, esta vez sin su mono de piloto de competición ni su casco KH-7. Una prueba que va más allá́ de lo deportivo y que plantea una experiencia vital a todos los participantes. Una oportunidad única para demostrar el espíritu de superación y descubrir hasta dónde puede llegar la fuerza de voluntad de cualquier persona.
Everesting: desafío global de ultra-resistencia
Con su participación en esta prueba, Sanz, catorce veces campeona del mundo de trial y seis veces campeona del mundo de enduro, se dispone a dejar atrás la mala experiencia en el pasado Dakar, donde tuvo que abandonar por primera vez en sus quince participaciones. Everesting es un desafío global de ultra-resistencia, nacido en 2014 en Australia, que pone a prueba los limites de la resistencia física y mental. El concepto original consiste en acumular el desnivel positivo del Monte Everest (8.848 metros o 29.029 pies) repitiendo la ascensión a una pendiente cualquiera, en cualquier momento y utilizando cualquier método. En este caso, será́ en Ordino, en primavera y a pie.
No será el único reto que Laia Sanz afronta fuera del motor. En 2023 participó en la eBike Titan Desert defendiendo, cómo no, los colores de KH-7
