
La especialista en carreras de montaña Ruth Croft entrena diariamente con el Amazfit Helio Strap y el Amazfit T-Rex 3 Pro. En el Mont-Blanc, tuvo que conquistar 174 km con un desnivel positivo total de 9,900 metros, casi la altitud de crucero de los vuelos transatlánticos. En momentos bajo la lluvia, en momentos bajo la nieve, a menudo luchando contra vientos feroces. Ganó a pesar de las condiciones. Porque entrenó duro. Porque confió en su experiencia. Y porque se aseguró de recuperarse adecuadamente justo antes de la carrera.
Ahora, Ruth Croft ha compartido los datos que el reloj deportivo y la correa Amazfit registraron previos a la carrera. Los datos recopilados muestran cómo su cuerpo estaba preparado para el desafío, y revelan información que puede beneficiar a cada corredor, independientemente de su experiencia.
Clave 1: Al final, todo se reduce al sueño
Se puede entrenar diligentemente durante meses, pero noches sin dormir antes de una carrera pueden arruinarlo todo. Por una razón simple: el sueño es el factor de recuperación más importante. Los músculos se recuperan, el sistema nervioso se reinicia, y la mente también descansa. Ruth Croft se aseguró de eso.
La noche antes de la carrera, la ganadora neozelandesa se fue a la cama a las 9:30 p.m. y, según los datos de Amazfit Helio Strap, durmió durante 10 horas y 14 minutos. De eso, el sueño profundo representó 2 horas y 23 minutos (23%).



Clave 2: La importancia de no perder la “ventana de sueño profundo”
El sueño es esencial para la recuperación, pero aún más importante que el sueño en general es el sueño profundo. Dura alrededor de una hora, por lo que es relativamente corto. Sin embargo, es cuando el cuerpo se reconstruye eficazmente. Puede haber varias ventanas de sueño profundo durante la noche. Cada una suele durar unos pocos, una docena, o menos a menudo, varias docenas de minutos. El momento de estas aperturas varía de atleta a atleta.
La noche antes de la carrera, Ruth Croft se fue a la cama poco después de las 9:30 p.m. y entró en sueño profundo nueve veces a lo largo de la noche, la fase de sueño profundo más larga justo antes de despertar por la mañana. En total, el sueño profundo de Ruth representó el 23% de todo su sueño. Mientras tanto, para muchas personas que duermen 7–8 horas, esta fase suele constituir alrededor del 13%.
Clave 3: Una noche puede no ser suficiente
Una buena noche de sueño recarga nuestra batería interna. El BioCharge Energy Score, una nueva métrica disponible en la Amazfit Helio Strap y la Amazfit T-Rex 3 Pro—refleja el nivel de energía en una escala de 0–100. El BioCharge disminuye con cualquier actividad y aumenta durante el descanso, más rápido durante el sueño.
Pero una noche puede no ser suficiente para recargar completamente. Por eso el descanso y la relajación durante al menos unos días antes de la competición son tan importantes. Gracias a esto, en la mañana de la carrera el BioCharge de Ruth era muy alto en 91%. La noche anterior, era superior al 50% y si la batería se hubiera cargado a un nivel más bajo en ese momento, no habría sido posible alcanzar más del 90% en solo una noche.



Clave 4: La importancia de conocer el cuerpo
El esfuerzo extremo requerido para conquistar el Mont-Blanc también se reflejó en los puntajes de BioCharge de los atletas. La noche después de la carrera, Ruth recargó solo hasta el 43%, no mucho.
Las frecuencias cardíacas en reposo también se elevaron. En los días previos a la carrera, la frecuencia cardíaca en reposo de Ruth Croft se mantuvo entre 50–53 latidos por minuto. Después de la carrera, saltó a 65. Solo después de varios días sus cuerpos comenzaron a recuperar el equilibrio.
Lo mismo sucede después de cualquier entrenamiento extremo. Por eso, antes de un evento importante, es mejor omitir sesiones intensas y enfocarse en el descanso y la calma. Ruth Croft hizo exactamente eso, y siguió para ganar.
CLave 5: La preparación es más que entrenamiento
La capacidad de calmarse y relajarse antes de una carrera es tan importante como la gestión adecuada del entrenamiento. En ambos casos, el monitoreo regular del entrenamiento, post-entrenamiento, y los datos de recuperación pueden ser útiles.
Justo antes de la salida, Ruth tuvo una buena noche de sueño, pero lo que más importó fueron las fases de sueño profundo, que ocurrieron en diferentes momentos para cada persona.
Saber cuándo ocurre con mayor frecuencia el sueño profundo permite una mejor preparación para entrenamientos exigentes y competiciones clave. El proceso no es difícil; solo es necesario monitorear el cuerpo sistemáticamente, día a día. De esta manera, se pueden identificar las horas en que aparece el sueño profundo y cómo se desarrollan sus fases durante la noche. Como resultado, se logra una mejor comprensión del cuerpo y se puede ajustar más fácilmente la hora de dormir para no perder las ventanas cruciales de regeneración.
Síguenos en Facebook, Instagram y X para no perderte las novedades sobre carreras, eventos y el mundo del running.