Siempre hay alguien que busca ir un paso (o 10), por delante. No basta con correr, sea sobre asfalto, o en la montaña. Se trata de añadir algo más. Quizá adrenalina, como les gusta etiquetar. O riesgo. O ambas.
Los buscadores de emociones barruntan la mezcla de lo antagónico. Son alquimistas del deporte. Chamanes del delirio. Quizá, ¿correr -o andar rápido- y volar? Y cómo no, detrás de esta excentricidad, no podía faltar Red Bull, los abanderados de los deportes extremos y locos. Cualquier extravagancia es acogida de buen grado por los creativos del brebaje energético.
Maxime Pinot es uno de los mejores parapentistas del mundo. Y por una serie de contactos cruzados o por aquello de los 6 grados de distancia entre personas, acabó charlando con uno de los directores de producto de Salomon, marca referente en equipamiento deportivo para deportes al aire libre, lo que fructificó en la actual colaboración entre marca-deportista.
La Red Bull X-Alps, que se celebrará en junio de 2023. En esta modalidad de deporte extremo, el atleta ha de acarrear una voluminosa mochila en la que transporta el parapente, con la que realizará una travesía de más de 1000 kilómetros. Esto hará que tenga que darse buenos madrugones para empezar una jornada realmente interesante, y es que según cuenta el mozo sobre su anterior participación: «de media había que caminar 48 kms. con 3300 m de desnivel acumulado, empezando a las 5 h. de la madrugada y acabando a las 22.30 h. de la noche. Si las condiciones de vuelo son peores, puede que acabes andando de 90 a 100 kms. con una mochila de 7 kilos. Rara vez nos vamos a la cama antes de medianoche, y tenemos que levantarnos a las 4.30 h de la madrugada, lo cual deja poco tiempo de recuperación entre un día y otro», comenta Maxime Pinot.
La preparación de este monitor de parapente consiste en: «ciclos de entrenamiento de 8 a 9 meses, parte de los cuales dedico a volar. El resto del tiempo, hago ejercicio y mezclo varios deportes que Salomon conoce muy bien: running, trail running, mucho esquí de fondo en invierno (1500 km el año pasado), esquí de touring y un poco de ciclismo de vez en cuando. Es una preparación bastante variada que abarca unas 1000 horas de entrenamiento, divididas de forma equitativa entre volar y la preparación física», afirma Pinot.
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