Uno de los momentos más recordados en el cine para los corredores es la escena de Forrest Gump en la que el personaje interpretado por Tom Hanks decide ponerse a correr sin motivo aparente. Durante más de tres años (según la película), Gump atraviesa Estados Unidos de costa a costa, sin más razón que su propio impulso. Lo que pocos saben es que esta secuencia, una de las más icónicas del cine, no fue financiada por el estudio, sino por el propio Tom Hanks.
La historia detrás de la financiación
En una reciente entrevista, Tom Hanks reveló que Paramount Pictures no quería cubrir los costos de rodaje de la secuencia en la que Forrest corre a lo largo del país. El estudio consideraba que la escena no era esencial y que el presupuesto no debía gastarse en ella. Sin embargo, Hanks y el director Robert Zemeckis creían firmemente en la importancia de este momento para la historia.
Zemeckis propuso una solución: él y Hanks se harían cargo de los costos de producción de la escena de Forrest Gump corriendo a cambio de un mayor porcentaje de las ganancias de la película. Hanks aceptó, invirtiendo de su propio dinero para que la escena se hiciera realidad.
La escena de Forrest Gump que marcó la cultura popular
Gracias a esta decisión, la película nos regaló una de las secuencias más inspiradoras del cine. La imagen de Forrest corriendo con su barba larga, atrayendo seguidores sin decir una palabra y luego deteniéndose abruptamente para regresar a casa, se convirtió en un símbolo de perseverancia, autodescubrimiento y la capacidad de seguir adelante sin necesidad de una razón concreta.
La apuesta de Hanks valió la pena. Forrest Gump fue un éxito rotundo, recaudando más de 678 millones de dólares y llevándose seis premios Óscar, incluido Mejor Película y Mejor Actor para Hanks.
Este gesto demuestra que, a veces, los actores no solo interpretan personajes, sino que también ponen su fe y su propio dinero en lo que creen. En este caso, Tom Hanks invirtió en una escena que hoy es inolvidable.
