
Se va el verano y llega el llega el mal tiempo. Con ello, hay un tipo de material que gana protagonismo el Gore-Tex, cuya función es de impermeabilización. Hay marcas que tienen zapatillas running con Gore-Tex entre su oferta para aquellos que quieren mantener secos sus pies cuando llueve.
La principal ventaja de las zapatillas de running con Gore-Tex es la impermeabilidad. La membrana evita que el agua entre en el interior del calzado, algo especialmente importante cuando corres bajo la lluvia, atraviesas charcos o entrenas en superficies mojadas. Mantener los pies secos no solo aporta comodidad, también ayuda a prevenir ampollas y rozaduras, dos problemas muy comunes cuando el pie está expuesto a la humedad.
Las zapatillas Gore-Tex no están diseñadas para dar calor, pero al impedir la entrada de agua ayudan a conservar una temperatura más estable en el pie durante los meses fríos. Para quienes entrenan en invierno, esta característica supone una diferencia notable frente a las zapatillas convencionales. Correr con los pies mojados en bajas temperaturas puede resultar incómodo y hasta arruinar un entrenamiento.
¿Qué tal el Gore-Tex si corro por montaña?
En el trail running, donde el terreno puede ser húmedo, embarrado o con vegetación mojada, las zapatillas con Gore-Tex ofrecen un plus de seguridad y confort. Si bien no evitan que el barro se adhiera a la suela, sí reducen la entrada de agua y protegen el pie en condiciones adversas. Para corredores de montaña que entrenan con frecuencia en estas superficies, este tipo de calzado puede ser un aliado muy valioso.
Otro aspecto a tener en cuenta es que las zapatillas Gore-Tex tienden a conservar mejor sus materiales. La membrana impermeable protege frente al desgaste causado por la humedad. Esto no significa que vayan a durar el doble, pero sí que pueden resistir mejor en entrenamientos exigentes bajo la lluvia o en terrenos complicados.
A pesar de sus ventajas, no siempre son la opción más recomendable. El Gore-Tex, al ser una membrana impermeable, también limita en parte la transpirabilidad. En climas cálidos y secos, puede resultar más incómodo que beneficioso, ya que el pie necesita ventilar más. Por ello, suelen ser más útiles en otoño, invierno y primavera lluviosa que en pleno verano.
Las zapatillas Gore-Tex para correr son una gran inversión si entrenas con frecuencia en climas lluviosos, vives en zonas frías o practicas trail en terrenos húmedos. Te aportarán mayor comodidad, protección y durabilidad en condiciones adversas. Sin embargo, si la mayor parte de tus entrenamientos son en asfalto y con buen tiempo, probablemente no las aprovecharás tanto como un corredor de montaña o de zonas de lluvia frecuente.
Elegir unas zapatillas de running con Gore-Tex dependerá de tus necesidades, del terreno en el que entrenes y del clima en el que vivas.