Una década. El tiempo pasa volando, qué les vamos a contar… Diez años desde que los runners madrileños adquirieron la sana costumbre de celebrar la Navidad a su manera. Zapatillas sí, trajes del más famoso repartidor de sueños, también. Y de sus ayudantes, ya que al rojo del jefe se une el verde de los elfos, categoría destinada a esos suertudos que todavía no han pasado de los 12 inviernos. Correr por el corazón de Madrid ataviados con traje (chaqueta y pantalón) y gorro es indispensable para figurar en la clasificación de la prueba, una de las más numerosas a nivel mundial de cuantas rinden homenaje a Santa Claus.
Nada menos que 5500 participantes. Felices, en forma (lo de la barriga se lo dejan al de verdad), y exhibiendo ingentes dosis de responsabilidad; sabiendo dónde estamos y de dónde venimos, pero conscientes de que el deporte, la vida al aire libre, forma parte de la solución, no del problema.
El recorrido era sencillo. Subir y bajar. Primero por el Paseo de Recoletos y después por el de la Catellana. Sujetar los ánimos cuesta arriba y alargar la zancada pasado el ecuador, cuando el desnivel se tornaba mucho más amable. No llegaba el reto a los 5 km kilómetros, sabedora la organización de que esta carrera, pese a cumplir con los requisitos clásicos del género, es algo más: un encuentro, una fiesta. Hay que cansarse, pero lo justo.
Acordarse de quien más lo necesita forma parte de las buenas costumbres que presiden cada final de año. Por eso, desde hace diez, un euro de los 12 que hay que abonar por el dorsal va destinado a causas benéficas. En 2021, 5500 euros irán a parar al proyecto “Promoción Éxito Escolar” de Cruz Roja Española, que trabaja para mejorar la situación de los niños en riesgo de exclusión social. A esa cifra hay que sumar los 1,60 € (íntegros) de cada inscripción al formato virtual de la carrera (desarrollado a través de la app oficial).
Uno de los grandes momentos de la mañana fue la entrega del Papá Noel de Oro a la campeona mundial y europea Joana Pastrana. La boxeadora es la primera persona no atleta que recibe la máxima distinción de la prueba. Antes que ella lo hicieron nombres ilustres del fondo y mediofondo español como Fermín Cacho (2017), Jesús España (2018), Alessandra Aguilar (2019) y Javi Guerra (2020): “Es un honor recibir este premio que antes que yo han ganado nombres tan ilustres. Soy una competidora muy seria, siempre lo doy todo, pero esta carrera me gusta precisamente por lo contrario, por tomarse el deporte de una forma diferente. Es necesario recordar que, al final, lo más importante cuando practicas cualquier deporte es divertirse”.
Pero, decíamos al principio, pese al aspecto lúdico, pese a los disfraces y la juerga, esto no deja de ser una prueba deportiva. Y hay gente que viene a correr deprisa, muy deprisa. En esta ocasión las más rápidos en la categoría femenina fueron la campeona del mundo de trail running en categoría máster 40, la belga Charlotte Cotton, seguida de Beatriz Morillo (que corrió empujando el carrito de su hija Valeria) y Ana Rodríguez García. Los hombres más rápidos fueron Jesús González Cidón, Daniel Alcalá y Juan Aparicio García.
HOMBRES
1.Jesús González Cidón 13:00
2. Daniel Alcalá Cases 13:15
3. Juan Aparicio García 13:19
MUJERES
1. Charlotte Cotton 14:42
2. Beatriz Morillo Carreño 18:35
3. Ana Rodríguez García 18:44