En la última década y media estamos viviendo tal aumento de corredores que han convertido al running en uno de los deportes más populares a nivel mundial. Lo que antes era footing o jogging, una actividad física practicada por unos pocos, hoy en día correr mueve masas y una industria cada vez más prolífica. Si bien antes de la pandemia tanto los practicantes como las inscripciones a carreras se habían estancado, de nuevo volvemos a vivir un punto álgido en cuanto a la práctica que se traduce en el furor por la compra de dorsal.
En España, los casi 30.000 dorsales que se pusieron a la venta para la popular Behobia-San Sebastián se agotaron en seis horas. Los 35.000 dorsales disponibles de Maratón de Valencia se acabaron a nueve meses de la prueba y la eDreams Mitja Marató Barcelona by Brooks ha batido su récord de 30.000 inscritos colgando el cartel de ‘Sold Out’ a cuatro meses de la carrera. A nivel internacional el fenómeno es similar y el Maratón de Nueva York celebrado el pasado 3 de noviembre ha batido el récord de finishers en la historia de las carreras de 42k, con 55.646 corredores que cruzaron la meta.
La burbuja del running: En positivo/En negativo
El crecimiento del running conlleva múltiples beneficios:
- Mejora de la salud global: Más personas están adoptando hábitos saludables.
- Comunidades más activas: Carreras y grupos de running fortalecen lazos en torno al deporte.
- Impulso económico: Desde marcas deportivas hasta turismo, el running mueve una industria cada vez más prolífica.
Pero también hay aspectos que hay que tener en cuenta:
- La mercantilización del deporte: Para muchos, el running ha perdido su esencia al convertirse en un negocio. Algunas carreras populares tienen precios prohibitivos, alejando a corredores con presupuestos ajustados.
- Sostenibilidad: El impacto ambiental de eventos masivos, tanto en carreras de asfalto como de montaña.
- Lesiones: El entusiasmo excesivo puede llevar a lesiones, especialmente entre principiantes mal informados.
¿En qué momento de pico de la burbuja del running estamos?
Algunos expertos opinan que la burbuja del running podría estar cerca de su límite, ya que la saturación del mercado de carreras y productos puede llevar a una disminución de la participación y la venta. Sin embargo, otros consideran que el running seguirá evolucionando, adaptándose a las nuevas tendencias. Hay un dato objetivo que augura un gran futuro para el running: la edad media de los participantes se ha disminuido considerablemente.
A nivel internacional, en el Maratón de Nueva York, el 15% de los finishers en la edición de 2019 tenían menos de 30 años. Solo cuatro años después, representaban el 19%. En el Maratón de Los Ángeles de esos mismos años, la proporción de corredores veinteañeros creció del 21 al 28 por ciento. Si miramos qué pasa dentro de nuestras fronteras, en Behobia-San Sebastián 2024, por primera vez la franja con el mayor número de inscritos no estaba entre los 41 y 45 años, si no que era entre los 26 y los 30 años.
En la media maratón de Barcelona, la más popular de las que se celebran en nuestro país, el 62,4% de los participantes de 2024 eran menores de 45 años y uno de cada tres corredores tenía entre 25 y 34 años. Unas edades impensables hace apenas cinco años.
La industria atenta a las nuevas generaciones de runners
Desde la pandemia, los jóvenes de 20 años han empezado a correr y eso hace que la industria abra los ojos a un nuevo público que demanda nuevos productos y que ya está participando en clubs, carreras y eventos de forma masiva con un enfoque diferente. La nueva generación de runners busca más disfrutar del movimiento, cuidar del medio ambiente, sociabilizar y priorizar la salud por encima del consumismo. Además, las redes sociales han hecho del running un estilo de vida atractivo para la juventud y muchos corredores jóvenes se inspiran en influencers deportivos destacados que comparten sus entrenamientos y logros.
El rejuvenecimiento de la edad media de los corredores asegura una base sólida de nuevas generaciones en nuestro deporte que contribuirán a su evolución y expansión. ¿Pinchará la burbuja del running? Yo digo: no
OPINIÓN DE ISIDRO LÓPEZ