La Backyard Serra d´Almos es una loca carrera inspirada en la Backyard de Lazarus Lake. Un formato de carrera que ha devenido en franquicia, instaurada en varios países. Son competiciones en las que el ganador, no es el primero que llega a meta, sino el último en cruzarla.
Aquí, el ganador es el que más vueltas da a un bucle (o circuito), por lo que estamos hablando, de una competición eliminatoria.
La carrera que hoy nos ocupa, se celebra en Tivissa, Tarragona, y consta de un bucle de 6’7 kms. Esta distancia, no es casual, ya que completando vueltas durante 24 horas, nos da la cifra de 100 millas.
En las primeras horas de competición, van siendo eliminados los corredores que no son capaces de completar el recorrido en menos de 1 hora. Son exclusiones muy progresivas, pero que en 20 horas, caen hasta 100 participantes, de los casi 120 registrados en la línea de salida. El trazado discurre por pista forestal y campos de cerezos, con un desnivel aproximado de 100 metros de desnivel positivo por cada bucle.
Entrevistamos a Oriol Antolí, el corredor catalán de gran currículum deportivo en enormes distancias, que supo manejar fuerzas y mente para imponerse al resto de participantes.
¿Dónde está la dureza de esta carrera?
La dureza es psicológica cuando pasan las horas, con el sueño y estar dando vueltas al mismo sitio. Hace que te vuelvas un poco loco. Es duro tener que pensar, que tienes que hacer el recorrido otra vez.
Si estás acostumbrado a ir a un ritmo en las carreras y vas fuerte, tienes más tiempo para descansar pero vas acumulando más desgaste, y ajustar el tiempo por vuelta y el descanso, es el equilibrio que hay que encontrar. También ver que tienes que comer….si vas rápido y se te cierra el estómago, son cosas que vas viendo.
Si te da una pájara en una carrera de 20 horas, y estás media hora con “pájara”, lo superas, pero aquí media hora de pájara te elimina.
Y a la vista de lo que comentas, ¿qué equilibrio buscaste?
Al principio iba con la idea de hacer entre 50 y 55 minutos por vuelta, para ir lo suficientemente lento, y tener por lo menos 5 minutos para descansar, pero allí vi que entre 52 y 53 minutos por vuelta, encontraba una buena compensación entre correr a una velocidad que me era cómoda y tiempo suficiente para descansar.
Con menos de 5 minutos es justo para comer en el avituallamiento, pero si estás demasiado tiempo te enfrías. Por eso ese ritmo me pareció razonable y me fue bien.
Supongo que sobre la marcha puedes ir haciendo correcciones y ajustes, aunque en 1 hora para cada bucle, tampoco hay tanto margen para ello …
Las primeras vueltas no sabes mucho dónde vas, e intentas ir un punto más rápido para asegurar, porque piensas “al igual al final me viene una subida técnica que no puedo ni andar”, y entonces llegas fuera de tiempo. Las primeras vueltas son un poco toma de contacto con el recorrido, después ya ves los sitios donde caminar, dónde correr…
[Por ejemplo] había una sección de pavimento, que cuando tocaba de bajada, te desgastaba las articulaciones una barbaridad. Al final vas cogiendo tus rutinas, y al final lo clavas (los tiempos).
Había un giro, que siempre en ese punto tocaban las campanas de “y 45” -de la iglesia, estaba el pueblo cerca- cuando pasaba por ahí, ya era como una obsesión. Si llegaba 10 segundos más tarde apretaba un poco, y se me pasaba, aflojaba.
La “ventaja” es que al ser un recorrido circular te puedes medir muy bien los tiempos, pero no se si eso es bueno o malo ¿cierto?
Exacto, es relativamente fácil de ajustar. Si es verdad que cuando ves que vas por detrás de lo que tienes pensado, te estresas un poco, y aquí es donde se desestabiliza todo un poco, y donde luego te cansas si quieres apretar más de la cuenta.
Al final te salieron 34 vueltas y 228 kms…
Si, me salieron 233 en el GPS porque tu avituallamiento lo tienes a unos 60 o 70 metros, en 34 horas de carrera.
Tu que eres de ultradistancia, que has hecho carreras larguísimas, y retos personales también muy largos, ¿te aporta algo realmente este formato?
Sinceramente, cuando me apunté a la primera carrera de este tipo, la verdad no era un objetivo que yo viera interesante, no lo tenía como motivación principal. Si que es verdad que una vez estás allí, el hecho del reto y el ambiente que hay, y el poder compartir… al final, en cada vuelta estás con todos los corredores, es una prueba muy social.
También es muy mental estar pensando que vas a hacer, que van a hacer los otros, muy de control y estrategia. Este tipo de carreras es más un reto personal, y la parte “divertida”, es la parte social, la parte de compartir con todo el mundo.
En un reto o en una carrera larga, te pasas infinitas horas solo, aquí no, aquí te pasas solo la última vuelta, que son 6’7 kms. Luego, a nivel de seguimiento, tienes a la familia en cada vuelta. Las dos cosas (retos personales y ultras) son muy interesantes y me gustan. Los retos tienen la parte interesante de visitar sitios y ver cosas nuevas.
En este formato de dar vueltas a un mismo recorrido, ¿las 24h de atletismo en pista te atraen?
Nunca se puede decir nunca, pero en principio no me motiva mucho. Al final, una de las ventajas del circuito de 6’7 kms. es que no es tan monótono como una pista de atletismo de 400 mts. que cada pocos minutos estás en el mismo sitio, y el terreno no cambia.
No me veo en unas 24h en pista, la verdad…
Hay bastantes corremontes que acuden a estas carreras de 24h en pista para clasificarse para la Spartathlon, ¿te has planteado esa carrera?
Si, la Spartathlon la he mirado alguna vez, y me parece interesante. No he mirado nunca he mirado tema de puntuación, pero sí que la tengo en la lista por si algún día me apetece.
Oriol estará próximamente (del 9 al 13 de marzo) en las 200 millas de la Ultra de Tarragona, donde participará, aunque “depende de cómo me vea, vigilaré porque me ha dejado destrozado esta carrera”.
Más info: Backyard Ultra
Entrevista de Juan González (El Laboratorio de Juan) – Téster de material. Fotos de Oriol Antolí
