
En un avance sin precedentes en la robótica y la inteligencia artificial, Tiangong, un robot desarrollado por ingenieros chinos, ha logrado participar en la media maratón de Yizhuang. Este logro representa un nuevo hito en el desarrollo de robots autónomos y en el estudio de sus aplicaciones en el ámbito deportivo y recreativo.
¿Qué es Tiangong?
Tiangong es un robot humanoide de primera generación fabricado por el Centro Nacional y Local de Innovación Robótica de Inteligencia Incorporada. Con 163 centímetros de altura y 43 kilos, es el primer robot humanoide de tamaño natural del mundo que funciona con propulsión eléctrica.
Se trata es un robot de última generación equipado con avanzados sistemas de navegación, inteligencia artificial y un sofisticado conjunto de sensores que le permiten evaluar y adaptarse a su entorno en tiempo real. Este robot fue desarrollado por un equipo de ingenieros y científicos chinos con el objetivo de demostrar las capacidades de la robótica en contextos de alta exigencia, como lo es una media maratón. Tiangong cuenta con un diseño físico que le permite desplazarse de manera eficiente y soportar el desgaste que implica correr
El Reto de la Media Maratón
La carrera comenzó a las 8:00 de la mañana. A medida que los atletas avanzaban, Tiangong se situó en la línea de meta y agitó los brazos para animar a los participantes. Durante la carrera, cuando un gran grupo de corredores se acercaba a la meta, el robot Tiangong entró al circuito a unos 100 metros de la meta, actuando como pacer (liebre) para ayudar a los atletas a cruzar juntos la línea de meta.
Tecnología de Tiangong
Tiangong está equipado con sistemas de inteligencia artificial de última generación que le permiten calcular rutas, ajustar su velocidad y, en caso necesario, esquivar obstáculos en su camino. Entre sus características más destacadas están los sensores LiDAR y las cámaras de alta definición, que le permiten obtener una imagen en tiempo real del entorno. Además, el robot cuenta con algoritmos de aprendizaje automático que le permiten adaptarse a diferentes terrenos y superficies, anticipando cualquier cambio en el camino. Gracias a estos avances, Tiangong pudo mantener un ritmo constante y completar la carrera sin inconvenientes.