
En general, si estás sana y tu embarazo es normal, es seguro hacer ejercicio. Los médicos aseguran que las mujeres que ya corrían regularmente antes del embarazo pueden continuar haciéndolo durante el embarazo. Se recomienda que las mujeres embarazadas hagan al menos 150 minutos de ejercicio de intensidad moderada a la semana.
Sin embargo, hay algunas condiciones que hacen que no sea seguro hacer ejercicio durante el embarazo. Estas incluyen sangrado, preeclampsia, anemia severa, algunos tipos de enfermedades del corazón y de los pulmones, y problemas con la placenta. Si estás esperando más de un bebé (gemelos o mellizos) y tienes riesgo de parto prematuro, los médicos no recomiendan el ejercicio. Es importante hablar con tu profesional de salud antes de comenzar cualquier programa de ejercicio durante el embarazo.
Beneficios del ejercicio y correr embarazada
Menor aumento de peso. Un estudio de 39 mujeres que continuaron haciendo ejercicio durante el embarazo encontró que ganaron menos peso y grasa, y tuvieron un menor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Parto más fácil. Las mujeres embarazadas que hacen ejercicio tienden a tener partos más fáciles y rápidos, así como una recuperación más rápida.
Menor riesgo de complicaciones. El ejercicio también puede disminuir el riesgo de complicaciones durante el embarazo, como la preeclampsia, y reducir la probabilidad de necesitar una cesárea. Los estudios han encontrado que la diabetes gestacional es menos común entre las mujeres que hacen ejercicio regularmente.
Bienestar mental. Se ha encontrado que el ejercicio durante el embarazo disminuye la probabilidad de depresión en un 67%. El ejercicio puede aumentar tus niveles de energía, así como tu estado de ánimo.
Desarrollo cerebral del bebé. Los investigadores encontraron que el ejercicio durante el embarazo puede potenciar el desarrollo cerebral del bebé. Un estudio sobre la actividad cerebral de los recién nacidos encontró que aquellos cuyas madres hicieron ejercicio regularmente durante el embarazo tenían cerebros que se desarrollaron más rápidamente que los de madres sedentarias.
Riesgos de correr durante el embarazo. Si no corrías antes de tu embarazo, los médicos recomiendan que no empieces ahora. Sin embargo, puedes intentar comenzar un programa de ejercicio como caminar, pero empieza lentamente.
Pérdida de equilibrio. Tu centro de gravedad cambia con el embarazo, debido al peso extra en la parte frontal de tu cuerpo. Así que ten mucho cuidado al correr en superficies irregulares, empinadas o en terrenos accidentados, ya que tus articulaciones están más sueltas y son más propensas a lesiones.
Más dolores y molestias. Algunas mujeres embarazadas sienten dolor alrededor de la pelvis o el abdomen, llamado dolor del ligamento redondo. Esto se debe a los ligamentos redondos que ayudan a sostener el útero. Puede ser más doloroso durante el ejercicio de alta intensidad.
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