La Copenhague Half Marathon, prueba con la que vuelve el circuito SuperHalfs tras el parón estival, ha sido la prueba elegida por Jakob Ingebrigtsen para su debut en los 21 kilómetros.
Hace pocos días la European Athletics y la propia organización lo confirmaban en sus redes. El que fue campeón olímpico de 5.000 metros en en los últimos juegos de París y tras su participación, esta semana, en la Diamond League, disparaba la expectación por la prueba.
El circuito danés, que ha visto caer récords del mundo en el pasado y fue sede de un mundial de media maratón (2014), ha contado, en la mañana de hoy, con hasta 6 atletas con marcas interiores a los 59 minutos. Con una start list como esta, el espectáculo estaba asegurado.
Pero no fue el debut soñado para alguien con marcas estratosféricas en otras pruebas y que, además se apellida Ingebrigtsen. Todo ello generaba una presión más sobre el pequeño de los tres hermanos, al que algunos ya etiquetan como el mejor atleta del mundo o al menos el más polivalente (al igual que Remco Evenepoel en ciclismo).
Al final no fue la mañana para el noruego. Y Jakob petó. Era una opción que podía ocurrir y más cuando hace dos días corrió la final del 1.500 de la Diamond League y lo consiguió (3:30,37). Él mismo publicaba hace un día en su Instagram “¡Qué mejor forma de acabar la temporada!”
Jakob evantó la mano en el kilómetro 10 (27’27”), parecía que no iba a continuar, pero siguió y finalmente acabó los 21,095 kilómetros con un tiempo de 1h03:13, una marca lejos de la conseguida por el ganador de la prueba, Sebastian Sawe (58:05) que venció, por primera vez desde 2020, al favorito Jacob Kiplimo.
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